domingo, 31 de enero de 2010

Una bola de fuego ha envuelto la realidad


En nuestro entrada anterior, hablamos de una escultura de Ícaro plantada en la bahía de Águilas. Parece que nuestras perspectivas, después de un majestuoso CB Murcia ante el Fuenlabrada, han volado cerca de un sol inmortal que ha derretido nuestras alas de ilusionadas esperanzas. Nos hemos aproximado demasiado a la realidad y ésta nos ha hablado en la lengua de la materia y del fracaso.
Manresa 72 CB Murcia 55 ha sido el resultado, pero seguimos creyendo en los milagros porque creemos en la literatura, en la épica de los perdedores, en Ícaro... en la vida misma.
Una bola de fuego ha envuelto nuestro futuro, pero su llama debe guiarnos en la oscuridad. Con el Real Madrid volveremos a la senda de hierba y grava que nos conduce a la salvación.

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