lunes, 17 de mayo de 2010

El CB Murcia 94 campeón


“Tengo un refrán de Cabezahueca: “cuando un hombre es pesimista antes de los 48, sabe demasiado, si es optimista después de esa edad, es que sabe muy poco”

Extracto de un a carta de Mark Twain a Joseph Twitchell.

Hoy domingo hemos asistido a la final cadete masculina en Alcantarilla. Ha ganado el CB Murcia 94 al Archena por 70 a 65, pero no podemos negar que durante todo el partido hemos pasado del optimismo al pesimismo y viceversa, de los 48 ó 49 años a los 47 ó 46 años. Y tampoco podemos negar que si hay una Arcadia Feliz, un mundo en que podemos navegar por ríos de ilusión y lucha, entre palmeras, naranjos, chopos, limoneros y colinas desnudas, tal lugar está en Archena. No obstante, los campeones han sido los muchachos del CB94, y se les ha visto felices, emocionados, abrazando con sus corazones las medallas y la dulce sensación de sentirse los mejores cadetes de baloncesto de la Región. Otro día hablaremos de Arcadias felices, de Tomás Moro, de los socialistas utópicos, de los Cavadores o de los Niveladores de la época de Cromwell de kleenex, de campeones morales y de poemas escritos en las palmas de las manos. A los 15 años las tragedias no pertenecen a este mundo, y esto lo saben o deberían saberlo las mujeres y hombres que hemos sido adolescentes en algún tiempo anterior, en los setenta u ochenta del siglo pasado. Las alegrías y las penas son peregrinas, y la amistad es el combustible que mantiene encendida la llama que calienta los corazones. Siempre recordamos el inicio de La Odisea: "cuando Eos, la de los dedos rosados...". Todas los amaneceres son hermosas, brillantes y llenos de novedades para nuestros hijos. Mañana, el sol iluminará el Valle de Archena, recorrerá con sus dedos las orillas del río, se filtrará entre las hojas del bosque de ribera y empujará aguas abajo los ecos de un gran partido jugado con pasión y voluntad de victoria.

Felicidades a los dos equipos, han sido dignos finalistas en un atardecer que anuncia la llegada del estío. Nos veremos en los campus de baloncesto, en los torneos de tribasket, a la orilla del mar, con el sol bruñendo los rizos del viento en las crestas de las olas.

2 comentarios:

Anonymous dijo...

Ay Lucía, qué bonito es ver jugar a los niños grandes al baloncesto, en una final, con los nervios tensos como cuerdas de guitarra...
Qué bonito ver la grada llena, la afición, los padres y madres de esos muchachos que se juegan irse de viaje más allá del último pueblo de nuestra región para jugarse, en nombre del club, su honra como campeones contra otros clubes en su misma situación.
Club, familia, amigos, equipo... qué pena que esas palabras suenen huecas ya, perdón, sonaron huecas, vacías, cuando las dijo el innombrable al comienzo de temporada, como las dijo, al inicio de otras temporadas, como suena todo lo que dice. ¿estuvo ayer en Alcantarilla?
No lo vi. No lo sé. No importa ya.
Ayer fue una victoria. Por los pelos pero victoria, que es lo que cuenta.
Los chicos contentos, felices con su medalla, el entrenador, al fondo, sin hacerles caso, recogiendo sus cosas. Es cierto que la fiesta era de los jugadores pero no me pareció verlo con ellos mientras se les hacían fotos. ¿Humildad del personaje?, no, parecía desprecio.
Desprecio a un equipo que desde el principio dio la sensación de no gustarle, de no quererlo de que fuera impuesto. ¿por qué siguió con él?
Supongo que por no "ensuciar" su expediente.
Enhorabuena, señor Gómez por la victoria de su equipo, que no suya.
Lloranda Gay

Jesús dijo...

No miraste en los rosales de la entrada...