lunes, 12 de julio de 2010

¡¡ España campeona !!



Una interpretación equívoca de algunos pasajes oscuros del Antiguo Testamento, el Apocalipsis de San Juan y las profecías de Nostradamus han llevado a algunas sectas, es decir, religiones premayoritarias, normalmente escisiones de las del Libro, a profetizar el fin del mundo. Hasta ahora sus previsiones han sido erróneas, sus lecturas de las Escrituras Sagradas han adolecido de metodología y comprensión de la mente humana, no reducible a espíritu y materia, a bien y mal. El mundo no se acaba, no hay señales en el cielo que lo anuncien, señales reconocibles táctil o visualmente. Ha sido necesario pues desarrollar un método de lectura e interpretación de los textos antiguos, de los oscuros y alambicados párrafos dictados en tierras de Jerusalén o en la Península Arábiga por voces doradas o por ajados escribanos que bebían de las aguas saladas del Mar Muerto. Parece que tal investigación está dando sus frutos, aún verdes, apenas brotes verdes en la roca calcinada del desierto o en recodo de las dunas rojizas. La relectura del Apocalipsis con los herramientas analíticas diseñadas en la Universidad de Salt Lake City y las modificaciones introducidas por la Escuela Superior de Estudios Sacros de Lovaina nos acerca al 11 de julio de 2010 como un punto de inflexión en el crecimiento espiritual del Hombre. También ciertos párrafos de Nostradamus e, incluso, la lectura deconstructiva de mito de la caverna de Platón, parecen avalar la existencia de un punto de no retorno en este día del verano del Hemisferio Norte. Tal vez con estas investigaciones ya en marchas, avaladas por numerosos estudiosos de las Religiones del Libro, podamos comprender la falla de las predicciones erráticas de los Testigos de Jehová o de otras sectas que han datado el fin de la Humanidad en días, meses y años precisos. Parece deducirse que existe una relación inequívoca entre la decisión de provocar el Apocalipsis y las reticencias divinas a que éste se desencadene sin que antes España haya ganado un mundial de fútbol. Tal previsión se constata en algunos párrafos hasta ahora incomprensibles. Algunas comentarios escuchados en periódicos, emisoras de radio y televisiones sobre el cielo rojo que envolvería el planeta este 11 de julio parece coincidir con algún párrafo disperso intencionadamente en versículos del Antiguo Testamento, así como con las previsiones del Apocalipsis o la exégesis de Nostradamus desarrollada por Alexander Tarkovsky. Es más, la idea de que no es posible el fin del mundo sin un gesto divino para con la atormentada España, y que éste no podía ser otro que la consecución de un campeonato del mundo, viene también confirmada por el acceso a las declaraciones no expurgadas de un grupo de herejes catalanes, gallegos y murcianos quemados en la hoguera por la Santa Inquisición en el Siglo XVI. De la lectura crítica de tales declaraciones, y utilizando las nuevas técnicas de la Universidad de Salt Lake City y de la ESES de Lovaina, se vuelve a incidir en la idea del fin del mundo posterior a la victoria española en un campeonato del mundo de fútbol. Después el caos, la destrucción del mundo y, lo que es peor, la ruptura de España en multitud de trozos con sangre y vísceras propias. Recordemos que la unión de las Coronas de Aragón y de Castilla se produce con el matrimonio de los Reyes Católicos, que en 1492 se lleva a cabo la conquista del Reino de Granada y que en 1515 es anexionado el Reino de Navarra, por lo que no puede ignorarse que el ajusticiamiento de los herejes catalanes, gallegos y murcianos tenía también motivaciones políticas.

No nos puede extrañar que la universidad norteamericana y la ESES haya llegado a unas conclusiones que no por sorprendentes dejen de ser plausibles. A principios del Siglo XXI conocemos con toda certeza las claves de la vertebración de las sociedades contemporáneas, lo que unido a la constatación que dichas entidades de investigación se mueven dentro del ámbito del espíritu y rehuyen cualquier argumento de raíz materialista, nos puede hacer concluir que Dios ha aguardado a la vertebración de la nación española para desencadenar las previsiones del Apocalipsis y del Juicio Final. No podía ser de otra manera, la justicia obliga. La unión de las partes dispersas sentimentalmente ha sido posible gracias al equipo nacional de fútbol y a su gloriosa victoria en tierras sudafricanas. Ya nada nos queda por vivir, por amar y por sufrir. ¿No es lógico que ahora se realicen las predicciones de los Testigos de Jehová o de los sacerdotes mayas?. Es bueno esperar a que una nación elegida se haya reencontrado consigo misma.

Con el Países Bajos 0 – España 1 los relojes detenidos del milenarismo comienzan a funcionar. Si no podemos esperar ya nada mejor del futuro, ¿para que seguir existiendo?.

Felicidades a todas y todos.

¡ESPAÑA CAMPEONA!.

5 comentarios:

Anonymous dijo...

Ay, Lucía, qué multitud de sensaciones y emociones me embargaron ayer, Día Nacional del Fútbol.
Tarde en la que todo un país se paró para estar pendientes del televisor o de los aparatos de radio.
No sólo era domingo de verano por la tarde sino que era la final de las finales, el partido de los partidos... la madre de las batallas.
No me gusta el fútbol lo más mínimo pero tuve que aportar mi presencia en familia para animar a "nuestra" selección nacional.
Al principio me aburría pero luego fui enfadándome ante la injusticia que veía en la tele. Un árbitro que no veía más allá de la de necesidad de intentar que el partido no se le fuera de las manos, intentar que aquello fuera un partido normal, entre amiguetes pero no era posible estar al margen porque la selección holandesa no jugaba al fútbol, intentaba ganar a cualquier precio sin importar las reglas mínimas del deportista. ¿Qué fue de la no violencia en los partidos, de las agresiones gratuitas, del tipo de juego que hacían los holandeses?
Muy mal por su parte y peor por la del colegiado.
Conforme iba transcurriendo el partido mi ánimo fue cambiando a emoción, a desear que ganara España para “darle su merecido” al contrario, quería y deseaba que ganáramos para enseñarle al mundo que se puede ganar jugando al fútbol y no haciendo juego sucio.
Iniesta metió el gol de España, el gol de la justicia, el gol de todos los españoles, si, de todos pues ese gol no sólo lo metió el jugador, lo metimos todo el país pues ayer no había más bandera que la nacional, aquella bandera que nos fue secuestrada por un partido político hace años y que se apropió de ella para utilizarla como propia. Desde ese momento al mostrar nuestra bandera nacional parecía que nos hacíamos eco del ideario de aquel partido.
Estos días hemos podido liberar nuestra enseña de aquel secuestro y mostrarla orgullosos por todos los sitios y en todas las situaciones. Volvemos a tener sentido patrio, volvemos a ondear la bandera nacional con orgullo y no con vergüenza o con miedo a que nos confundan con aquel partido político tan siniestro. Ayer éramos España.
Disfruté al final de ese partido y grité gol cuando Iniesta hundió el balón en la red contraria y pedí en voz alta, como todo el mundo, para que terminara ya el partido y nos dejara como campeones del mundo…
La próxima cita nacional será el 28 de agosto, en los mundiales de baloncesto donde se enfrentará Francia contra España.
Allí si levantaré mi bandera, el baloncesto me gusta, el fútbol no.
¡Viva España!

Anonymous dijo...

Perdona que no pusiera al final de la entrada anterior mi final habitual:
Gracias, Lucía
Lloranda Gay

Lucía Sánchez dijo...

Gracias a tí, Lloranda. Sabía que eras tú. Espero que la entrada se entienda como una broma de los excesos del corazón

Anonymous dijo...

Hola Lloranda, y perdona Lucia.
Me ha emocionado la forma en la que has hablado de nuestra bandera, la bandera de España y que tantos no hacemos uso de ella precisamente por tener un significado, bueno tú lo has expresado mucho mejor que yo lo haría.
Un besazo a las dos.

Anonymous dijo...

¡¡¡¡¡¡ VISCA ESPAÑA !!!!!!
La Bandera Española nos ha unido a todos los españoles, a ver si también nos une a todas las personas que queremos el baloncesto en la Región de Murcia y hacemos de esta Región "Cuna del Baloncesto Nacional" y somos capaces de tener algún murciano, cartagenero, lorquino, ciezano, yeclano, archenero, aguileño, ceheginero, molinense y del resto de la geografía murciana en la Selección Nacional.
Felices vacaciones Lucia.