lunes, 13 de septiembre de 2010

Hasta pronto, Miguel, Balbi, Sergio...


Miguel Muñoz ha regresado a su tierra, Cartagena. Ya no cruzará diariamente los cultivos de la llanura, los árboles arrancados, los limoneros y pinos en la distancia, las balsas de riego y las pintadas con leyendas del tipo “Cartagena is not Murcia”. Si dijéramos que no nos va a quedar un vacío en el paisaje, mentiríamos. Vacío por su ausencia, por la de Balbi Ruiz, su mujer y Sergio, su hijo. Lo hemos sentido al entrar en casa y mirar en la estantería los dos volúmenes de La Araña Negra de Vicente Blasco Ibañez que nos prestó antes del verano para su lectura y, sin dudarlo, deleite.
Pensará Miguel que qué se puede escribir sobre él. Nosotras creemos que mucho. Nos lo imaginamos caminando entre los contenedores y grúas del puerto, transitando entre las páginas de La Carta Esférica, pescando con Tom Sawyer en las aguas oscuras de la bahía, caminado por las cuestas empedradas de la Cartagena Cantonal, de la mano de Ramón J. Sender, hundiendo sus rodillas en las ciénagas del Valle del Segura, en lo que es hoy la Plaza Fuensanta de Murcia o asistiendo a una representación, entre miles de personas, en el Teatro Romano. Imaginamos a Miguel en todos los espejos que devuelven el pasado de la historia de Cartagena, amando el sol y la tierra, la brisa marina y las colinas despejadas que se sumergen en un mar de blancas sonrisas.
Miguel Muñoz ha regresado a su tierra, a su equipo, el Básquet Cartagena, pero siempre habrá algo en él que pervivirá en cualquier tiempo y lugar: la dedicación absoluta a su mujer y a sus hijos, que le ha hecho recorrer durante años decenas de miles de kilómetros.
Por nuestra parte, añadir que te vamos a echar mucho de menos. Ya no hablaremos de Reus y de Cataluña, del idioma y de nuestra (la mía) catalanofília, de Repsol y de las olas batiendo el faro de Cabo de Gata, de Islas Menores y de nuestro humor inglés, del amor y del baloncesto en primavera, en verano, en otoño y en invierno.
Miguel: tenemos – todos- una comida pendiente, en Cartagena, tu tierra. Contigo, con Balbi y con Sergio, nuestra familia durante tres años.

3 comentarios:

Jesús dijo...

Bienvenidos, Miguel, Balbi, Sergio... aquellos que tristemente hoy os despiden al otro lado del campo de Cartagena, tras ese hermoso y suave puerto de la Cadena, lo hacen con el corazón tan herido como el que un día sangró junto a las saladas aguas de Cartagena. Hoy os recibimos con alegría en esta vuestra casa, con el convencimiento de que, al margen de rivalidades propias del deporte, todos somos uno, la gran familia del baloncesto murciano.

Archen Hero dijo...

Le recuerdo perfectamente en el Alevín del 95, en la temporada 2006/2007, cuando su equipo se paseaba por todas las canchas de la Región ganando de K.O a casi todos los equipos a los que se enfrentaba. Él era, sin duda, el mejor jugador de la categoría. Grande, fuerte, musculado, tenía un físico que le hacía parecer un cadete, más que un niño de sólo 11 años. Fue el jugador franquicia de la Selección Murciana, y creo que fue invitado a unas jornadas de tecnificación de la FEB.

Después llegó ese "cáncer" deportivo llamado C.B Murcia, con su escaparate de ilusiones, extendiendo sus tentáculos al otro lado del Puerto de la Cadena, y durante dos años privó a los cartageneros de las excelencias de este buen jugador y mejor chaval.

Hoy leo tu blog Lucía, y respiro aliviado porque pienso que en esta liga Cadete tan descerebrada, alguien ha actuado con sentido común. También me alegro porque seguro que con la calidad del equipo cartagenero, y lo mucho que puede aportar Sergio, el C.B Murcia lo va a tener un poquito más difícil.

Anonymous dijo...

Hola Lucía
No estaría de más que comentaras un poco más de nuestras chicas, aunque hasta ahora hemos sido un equipo perdedor.
Este año, supongo,que tocará trabajar mucho más....

Au revoir