lunes, 18 de octubre de 2010

El río fluye blanco entre paredes de arena

El río fluye blanco entre paredes de arena, que se deshace en la mano cuando desde el fondo de la vaguada buscas el trayecto más rápido para subir a las colinas y observar el majestuoso valle en el que la vida surge del fondo de cualquier sentimiento. Las palmeras, los limoneros y pinos, los eucaliptos, el susurro del viento en las tardes otoñales, el rumor del agua despeñándose en leves guijarros húmedos, lisos, besados por aguas de todas los mares de nuestra tierra. Archena es una ciudad que se mece en el flujo del río, que acompaña con la mirada de piedra y palmera el transito de cañas, ramas, hojas, animales ahogados, vida, vida pasada y presente. Allí nació Vicente Medina, en aquella tierra de huertanos que chocaban contra una realidad social impuesta e inamovible y que veían como el Estado se llevaba a sus hijos a guerras lejanas, a Cuba, a Filipinas, más tarde a Marruecos. Escribió el poeta archenero:


Anda tú, si quieres...

No he d'ir, por mi gusto, si en crus me lo ruegas,

por esa sendica por ande se fueron,

pa no volver nunca, tantas cosas buenas...

esperanzas, quereres, suöres...

¡To se fue por ella!

Por esa sendica se marchó aquel hijo

que murió en la guerra...

Por esa sendica se fué la alegría...

¡Por esa sendica vinieron las penas!...”


Sendas, caminos, carreteras, autovías... no sabemos la ruta que han recorrido los seguidores del CB Archena, Junior y Cadete, para llegar a La Flota. Imaginamos hojas de plátano descendiendo por los meandros del río; imaginamos al amigo Torregrosa con toda la familia para ver jugar a su hijo, Victor; imaginamos la fresca brisa de la tarde agitando las ramas de los árboles y alargando hasta el horizonte crepuscular las nubes de una jornada de competición; imaginamos a Antonio en Madrid, caminando por las calles estrechas de las pensiones y comiendo en un desconocido convento; imaginamos a Vicente Medina leyendo en las piedras de la senda las miserias que las patearon cuando los reyes y los caciques de La Restauración; imaginamos el limón, el sol sobre la perpendicular de las huertas del Valle de Ricote; recordamos un viajero, una mochila, un caballete y un pintor prendado de la luz de estos valles nuestros.

No sabemos como llegaron los archeneros al Centro de La Flota, pero no es difícil comprender como se hicieron dueños y señores de las gradas: la pasión por su equipo, la entrega absoluta a los jugadores, sus hijos, que fueron campeones infantiles en 2008 y subcampeones cadetes en 2010. Llegó un equipo humilde que supo abrir con su coraje e ilusión el acero del CB Murcia, y esto imprime carácter y conciencia de pertenencia.

Enfrente, la preselección cadete masculina: Andrés Carrillo, Carlos Sáez, Joel García, Fernando Hurtado, David Saura, Sergio López, Sergio Pozo, Aaron Sáez, Antonio Almagro, Samuel Vicente, Juan Rubio, Manu Sánchez, Darío Sarrías, José Antonio Salmerón y, ausentes, los londinenses Álvaro Gómez y David Lucas. Los jugadores habían entrenado antes del partido, también habían comido juntos. Tales actividades deben crear el sentimiento de pertenecer a un equipo, conjuntarlo, crear confidencias y compartir opiniones, como ocurre con el CB Archena formado por compañeros y amigos desde hace muchos años. Se trata, en palabras de los seleccionadores, de entrenar, conjuntar, dar nuevas oportunidades e hilvanar un equipo competitivo de cara al campeonato de España a celebrar en tierras cordobesas.

El partido finalizó con victoria de la preselección cadete masculina por 74 a 56. Durante todo el encuentro, la afición archenera animó a los suyos, protestó faltas propias y ajenas y arengó a los árbitros sobre la necesidad de un equilibrio en las penas. El calor físico de otras tardes se disipó con esa temperatura que los aficionados al baloncesto saben llevar con pasión a las canchas. Era un calor humano, un poco gritón pero sincero y de entrega a los suyos.

3 comentarios:

Anonymous dijo...

Esta muy bien que la afición archenera anime a sus chicos, pero se pasaron un poquito en los dos partidos disputados ayer por los suyos porque al fin y al cabo no eran partidos de liga sino de preparación para las futuras selecciones infantil y cadete.
Saludos

Lucía Sánchez dijo...

Nada personal, estimado Antón García. Consideré que el lugar apropiado del comentario referenciado no era losquenoentendemosdebaloncesto sino El otro básquet. El frente de batalla estaba en otros lares no en este humilde blog que sólo pretende crear un poco de prosa y, ¡divina aspiración nunca conseguida!, poesía.

Archen Hero dijo...

Bonica entrada, y bonica forma de ensalzar a este todavía bonico pueblo de Archena, y también bonica la tarde de domingo antesala de un lunes otoñal de los que te pone el cuerpo como acalenturao.

Gracias por recordar a uno de nuestros archeneros universales, motivo de orgullo de las gentes de este pueblo, como motivo de orgullo para madres y padres es tener unos hijos que como los vuestros disfrutan y nos hacen disfrutar tanto como para levantarnos del sofá y dejarnos sin la reponedora siesta dominical. Pero el "sácrificio" ya no es tan grande si tenemos en cuenta lo que han mejorado las comunicaciones, y que ya no hay que engalanarse como antaño para no desmerecer ante los cherubitos de la Capital.

En cuanto al comportamiento de la afición, se nos podrá tachar de ruidosos, pero nunca de irrespetuosos con jugadores o aficionados contrarios. Lo que pasa es que ya nos duelen los güesos de aguantar que los nuestros tengan que luchar tan a menudo contra los elementos. Y es que parece mentira el poco respeto que se ha tenido a nuestro club en el panorama regional, siendo por méritos deportivos el segundo en importancia después del C.B Murcia. No quiero decir con esto que ayer nuestro equipo mereciera la victoria, pues la Selección tenía mucho más fondo de armario, y además es la Selección y hemos de estar con ella porque nos representa a todos, murcianos, archeneros, cartageneros,... Pero el arbitraje y el trabajo de la mesa dejaron mucho que desear, y eso nos trajo a la memoria desagradables recuerdos de un pasado muy reciente.

Gracias Lucía por tener un blog tan maravilloso.