domingo, 10 de octubre de 2010

Tarde de domingo



En una entrada anterior, hablamos de la individualización de Hombre- en la acepción griega de antropos- iniciada con La Ilustración. El grupo deviene en individuos irrepetibles, los judíos dejan de ser los judíos- genérico que nos evita representar el Holocausto- y tienen nombre, apellidos, caras, colores del cabello, sueños esperanzas, las mujeres, en fin, dejan de ser las mujeres como genérico y se transforman en escritoras, pintoras, arquitectas, filósofas, jugadoras de baloncesto conocidas...”como los modelos a seguir para las mujeres y las jóvenes” (Felipe Coello, Tiempo de cambios). ¿Quién recuerda a escritoras y ensayistas de la talla de Rosa Chacel, Concha Méndez, María Teresa León, María Zambrano o Ernestina de Champourcin que desarrollaron su talento en la edad de plata de la literatura española- Generación del 27-?. Poca gente, el mundo erigido a semejanza del hombre – en este caso en la acepción griega andros- mitifica la literatura masculina y silencia esa vibrante creación de muchas mujeres, con nombres y apellidos, que predican con el ejemplo en los años anteriores a la Guerra Civil y, posteriormente- en el exilio-. Lo mismo podemos decir del deporte, en el que las mujeres pertenecen a una segunda clase porque lo importante no es el deporte en sí mismo, sino la marca, el triunfo o el dinero que es capaz de mover en los mercados desregularizados. No es asunto menor el hecho de que podamos recitar de memoria los componentes de la selección española de baloncesto masculina e, incluso, retrotraernos en el tiempo para recordar a jugadores de baloncesto de los años setenta, ochenta y noventa. Pero hagamos memoria y nombremos jugadoras de la selección actual de baloncesto femenino o de otras jugadoras españolas de las últimas décadas del siglo pasado. No podemos porque la memoria se reduce a los recuerdos de las propias jugadoras, familiares, amigos y amigas y cuerpos técnicos respectivos. Por tal motivo, el Manifiesto por la Igualdad y la Participación de la Mujer en el Deporte declara la necesidad de “Reflejar en los medios de comunicación una imagen positiva de las mujeres en el deporte, diversificada, exenta de estereotipos de género y como modelos de éxito personal, profesional y social”, en consonancia por lo escrito por Felipe Coello a propósito de la Conferencia sobre Mujer y Baloncesto organizado por la FIBA.

En los próximos días, tres jugadores del CB Murcia 95- David, Vicente y Álvaro- viajan a Londres en un intercambio educativo. La ciudad del Támesis fue hogar de exiliados liberales, románticos- es imprescindible leer a E. H Carr-, tierra de progreso y de revolución material, baluarte contra los totalitarismos.. Pero quisiéramos recordar también que fue cuna de Mary Wollstonecraft, que impugnó con sus escritos y su vida los postulados de Jean-Jacques Rousseau que recluían a las mujeres al ámbito privado, a la crianza y al reposo del guerrero. También fue solar de John Suart Mill y Harriet Taylor que escribió, con prólogo de Mill, La Emancipación de la Mujer y de miles de sufragistas que lucharon, antes y después de la I Guerra Mundial, por el derecho al voto de las mujeres. Sería importante, y aquí hablamos con la soledad de la Nube, que la coeducación en igualdad consistiera también en dar a conocer la historia silenciada de la lucha de las mujeres por el derecho al sufragio y por la igualdad material. Resulta curioso que al mismo Stuart Mill es conocido por sus escritos de economía política y no, por ejemplo, por sus intentos de que el Parlamento Británico concediera el mínimo derecho del sufragio a las mujeres en la segunda mitad del Siglo XIX.



Esta tarde ha habido entrenamiento de la preselección cadete masculina. Mejor temperatura que en anteriores veces y un trabajo intenso- ha superado las dos horas-. También menos familiares en la grada. Ya se sabe los rituales en estos casos: se deja en la puerta a los hijos, se aparca, unos padres y madres suben a las gradas, otros hacen corrillos en la puerta y se entretienen tomando un café y hablando de lo divino y lo humano. Si hay algún periódico a mano, el baloncesto cede su paso a algún comentario sobre la última redada en cualquier ayuntamiento, sobre el largo y lluvioso puente de la Fiesta Nacional o sobre el futuro incierto de las futuras generaciones en un mundo globalizado. Somos humanos, demasiado humanos.





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