hablamos de los estanques y de los mares de perfil.
desde el castillo la luna es un diamante que talla
las lágrimas del cielo.
Desde las huertas, el cielo cimbrea en la mañana
y las aves son nubes de caramelo,
almendras de ópalo que dibujan ambrosías en los ojos de aceituna
de sus gentes.
Hablamos de Socovos y de la tierra heroica,
y nos quitamos la piel- y somos sangre oscura-
en sus laderas y pinadas,
cuando la noche es una luciérnaga
y su luz cuaja en los pozos y en los laureles”.
Pero no estoy aquí para escribir poemas- soy mal poeta y peor abogada-. Estoy aquí para recordar y a veces los recuerdos nos conducen a territorios inhóspitos, a caseríos con higueras de anchas sombras, a sierras y calveros, a yesares y océanos argentinos, a pueblos pequeños, a retoños de poesía, a rosas o eglantinas, a poetas que un día, casi en el origen del amor, buscaron la paz en los valles y laderas, contemplando el vuelo de los halcones o el susurro del viento en las noches de otoño.
Hablo de Gabriel Guillén y de Socovos, del poeta que decidió callar cuando las musas lo habían señalado con el dedo de la Poesía con mayúscula.
Hablo de la vida y de las tardes de estío, de las sombras y de las lumbres en mitad del bosque.
Hablo de la amistad y de la añoranza, del exilio y del silencio infinito.
Os dejo un poema de Gabriel Guillén, “Del recuerdo” se titula:
Divagación.
El corazón ha mentido
un presentimiento vano:
delicias de aquella mano
que está embrumando el olvido.
Bajo la blanca dulzura
la luna, en el paseo,
de blancor y de deseo,
la teje mi desventura.
Alba paloma de nieve,
eucaristía de seda,
¡cómo el dolor te conjura!...
¡...Aquella mano tan breve...
aquella frase tan queda...
y éste puñal de amargura...!!!
3 comentarios:
Hola Lucía, me ha dicho un pajarito que Javier Martín I "El Deseado" vuelve a la "Casa Grande". Qué hay de cierto en eso. Por favor confírmalo.
¡¡¡¡......!!!! (asombro hiperbólico)
Tú que te has enterado...cuénta los chismorreos, querido anónimo
Lo siento LUCI
termov
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