lunes, 17 de octubre de 2011

Yo sí estuve en la manifestación de los indignados...(*)

Si la indignación fuera una expresión digamos permanente del alma humana, entendiendo aquella como una alerta ética contra cualquier actuación reprobable socialmente, no estaríamos ahora hablando de desastres económicos, paro, desahucios, pobreza e incluso hambre.
Si no hubiéramos vivido unos tiempos en los que a los ladrones se les llevaba a hombros desde las puertas de las cárceles, con libertad vigilada, en los que se organizaban manifestaciones para apoyar a sinvergüenzas con el argumento de que “siendo realmente un ladrón, las migajas han llegado verdaderamente a todos los habitantes del pueblo”, no estaríamos llorando la perdida de un bienestar duramente conseguido por generaciones y generaciones de personas que vivieron tiempos difíciles y quisieron legarnos un mundo mejor.
Si alguna vez hubiéramos confiado en la ética, en Kant sin ir más lejos, y hubiéramos aplicado para los demás, y sobre todo para nosotros y nosotras mismas, el “no hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti”, no viviríamos un 2011 con la negra sombre de un 2012 mucho peor.
Si no hubiéramos hecho caso del canto de las sirenas- los clásicos nos confían el comportamiento adecuado que nosotras y nosotros siempre desoímos-, si hubiéramos mantenido el rumbo del barco por las luces del conocimiento, del sentido común y de la supervivencia del todo social frente al egoísmo de que todo vale y de todo es posible en el País de Jauja- hoy llamado Españistán-, ahora nos estaríamos esperando el desguace de los ideales por los que lucharon nuestros antepasados, un mundo sin guerra, con un reparto equitativo de la riqueza y de la convivencia interclasista.
Si nos nos hubiéramos reído de los que afirmaban que el desarrollo económico basado en la especulación, en el ladrillo y en consumo masivo y sin control- los bancos proveerían- llevaba a una catástrofe económica sin par, y si no siguiéramos desoyendo a los que nos avisaron con sus críticas- como sigue ocurriendo a fecha de hoy- de que otros caminos eran posibles, no miraríamos al futuro con la misma desazón que miramos al pasado reciente.
Pero tales consideraciones no son de este mundo, acaso pertenezcan al ámbito de la ciencia ficción o al de las religiones que poseen la verdad absoluta aunque también yerren. Vivimos en Españistán, ya lo dije, y los designios de los poderosos, es decir los que controlan los mercados financieros internacionales, se orientan a una mayor sumisión de las sociedades y de sus estructuras de coordinación inherentes. Las políticas económicas van en esa dirección, también la homogeneización social de un pensamiento individualista, clasista y profundamente insolidario.
Todos empujamos en esa dirección aunque objetivamente sepamos que el mañana será más gris y triste que los primeros años del Siglo XXI, época de alegría, desenfreno y “cha, cha, cha...”
Mantengo diferencias de forma y de fondo con los “indignados”, pero a pesar de ellas yo sí estuve en la manifestación del 15 de octubre. No sé si se lo debo a mis hijos, pero seguro que se lo debo a mis padres y abuelos, por lo que hicieron y sufrieron en tiempos más difíciles y trágicos.


(*)- Reflexiones, con todo el respeto y simpatía, sobre un post de Felipe Coello.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Lucía!!!!
¿Sabías lo que iba a ocurrir esta mañana en Murcia, la redada?

Francisco Saura dijo...

Soy la primera sorprendida, estimado anónimo.

Anónimo dijo...

Lucía
Presentate a las próximas elecciones. Mi voto lo tienes seguro, y lucharía para que también tuvieses el de todas las personas que conozco.
Eres como persona, inmejorable.
Un abrazo

ANÓNIMA dijo...

¿Y lo de las deserciones en el C.B Murcia 96?. Parece que Javier Martín Sainiero ha impuesto la moda de abandonar el C.B Murcia. ¿Irá esto en beneficio de nuestro deporte?.

Anónimo dijo...

No se si irá en beneficio del baloncesto, pero quizás vaya en beneficio de un mejor trato a las personas.

Anónimo dijo...

Hace unos días acompañe a mi hijo a un amistoso contra el Mini del CB Murcia, equipo del que no me sorprendió la gran cantidad de caras nuevas con respecto a otros años, si no la presencia del bueno de Antonio Gómez Moret en el banquillo, dando instrucciones a los niños con la misma intensidad con la que se emplea con equipos de categoría Cadete y Junior, lo que parece excesivo teniendo en cuenta que son niños de 10 u 11 años.

Anónimo dijo...

En el murcia nada es ¨excesivo¨ aunque sean ¨minis¨. Yo tambien estuve en otro partido en infantil siendo la entrenadorta Carmen y fue un poco BOCORNOSO por llamarlo de alguna forma.
Un saludo

Anónimo dijo...

No sabeis distinguir entre canteras de equipos profesionales y canteras de equipos no profesionales.
Si pensais en el párrafo anterior entendereis el por qué de muchas cosas que veis negativas del CB Murcia.
Un día que os apetezca acercaros a ver un partido de benjamines o alevines de Real Murcia (el del futbol) y vereis que se asemeja a la disciplina del CB Murcia.
Besos