domingo, 20 de noviembre de 2011

Como esperando abril

Día gris y melancólico de noviembre. Parece que hoy se va a reproducir el fenómeno de la multiplicación de los panes y los peces, tal como relata La Biblia. Hemos aguardado más de dos mil años para contemplar de nuevo la intervención divina en los asuntos de los hombres. Y debemos estar agradecidos aunque la definición del Dios del Libro- de las tres grandes religiones monoteístas- ya no responda a los cánones de los primeros cristianos; tampoco las iglesias, mezquitas o sinagogas que protegen su buen nombre con actos desvariados. El eterno retorno nos trae el pantocrátor del Antiguo Testamento, el dios justiciero y vengativo que arroja al sufrimiento eterno a los pecadores y endulza la vida de los elegidos- por definición escasos-. Atrás, en los selvas destruidas de la Amazonia, en las barrancas del Perú o en la Puna andina, quedó la Teología de los Pobres y su herejías igualitaristas.
Día gris y melancólico de otoño. El baloncesto base vive en la crisis general. Menos equipos masculinos, menos equipos femeninos. Las familias deciden los recortes, los gobiernos también. No sabemos cuantificar las pérdidas que tales decisiones ocasionan al futuro, seguro que muchas. Niñas y niños que abandonan la práctica deportiva: no es una buena noticia, ni aquí ni en Sebastopol. Mientras, los sueños son robados en las noches de luna llena; entran en los corazones de la poesía que vive en nosotros y destrozan las estrofas con primas de interés, mercados internacionales y globalización. ¡Qué difícil resulta escribir en estos tiempos aciagos!.
Mañana amanecerá con el brillo de la plata afilada en la mantequilla de nuestra economía. Tal vez sea nuestro sino, el de un país que vivió el espejismo de la riqueza inagotable y se estampó con una realidad prosaica y decididamente inmoral. Pocas cosas quedan que rescatar de la desmemoria colectiva, tal vez el agua fluyendo por los márgenes del río y anegando los huertos y calles de nuestros paisajes cotidianos.
Día gris y melancólico de noviembre.
Como esperando abril.



1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Hermosa nostalgia!
Ayer, me icias aque abora túico va mejor qu`enantes; mejor, que cuando el güertano pasaba fatigas y´hambre.
¡No me joas!
¡No mésfarates la llengua!
¡No me tires ramalazos qu´espantan a la culebras!
Sí, s´ecome mejor c´antaño, d´enguna panza anda güeca.
¡Porangunas cosas, pué ser c´hayamos aélantao argo, pero e´notras amos caío mu mu abajo!
¡Lo mesmo me da er Zapatero qu´el tío que tié barba e bigote!
¡El Segura está espachao, la güerta, c´omún pegote!
¡Ay si nuestros mayores alevantaran aquella cáeza tan grande!
¡Como iban a lorar los probes entre embustes y tunantes!
J. López