sábado, 24 de diciembre de 2011

Nochebuena

Si supiéramos discernir lo que nos diferencia de los pájaros y, a veces, nos hace infelices...
Acaso sea la imposibilidad de contemplar el mar desde el cielo, con el viento rozando nuestro rostro y rizando nuestro cabello
o el sentimiento de ser seres limitados, incapaces de abarcar con el pensamiento el llanto de un bebé en la ladera del valle, a kilómetros de distancia de nuestra ausencia sobre aluviones de arena y arcos mudéjares.
O tal vez la envidia del halcón y de su veloz vuelo, esencia de los dioses que nunca fuimos y que nunca seremos,
o El sueño eterno, ¿en qué paraíso habitas la luz de las nubes, amigo Chandler?, o la literatura que nunca escribiremos o que fue escrita sin nuestro consentimiento, y en la que nos acogemos con sus dulzuras y sus agonías postaristotélicas,
amigos y enemigos.
Vivimos para vivir muchas vidas hasta que comprendemos que somos únicos, lo que normalmente nos hace desgraciados cuando cruzamos el río u observamos la perspectiva desde el puente por el que cruza un viajante....la muerte pronta a manos de la pluma de Miller, don Arthur.
Crueles miradas en la espesura del crepúsculo, rojo, violeta, la explosión incontrolada de todas las mariposas que habitan el polvo lunar.
Yo no soy tu vida, nunca lo fui.
Escucha hermosa noches de estrellas carnosas,
allá abajo la tierra es una hoguera, son 7 mil millones de hogueras que se miran en el fuego y escuchan el crepitar de la esperanza en sus corazones de libélulas y de estanques de nenúfares y peces de colores.
Hoy Nochebuena, un espejo estelar que nos llama con una voz henchida de olas púrpuras en la palma de la mano.
Hoy es una noche para agradecer la mera existencia, el dolor que se remansa en las páginas negras de la memoria, la ausencia de poetas y de escritores, los discursos de los camaleones en palmeras de rocío, el perdón momentáneo- hasta que la ira retorne en la hojarasca del otoño venidero-.
Amor con mayúscula, sin Dios o con él; ¿qué importa?.

2 comentarios:

Jesús García dijo...

Hace un tiempo que leí en "Momentos de Ternura" (si sois unos románticos os lo recomiendo: http://ternurapormomentos.blogspot.com/ ) la siguiente frase:
"Ella solo le pidió un sueño, y él le regaló una realidad. A partir de ese día lo perdió para siempre"
Amor con mayúscula, pero ¿qué importa Dios?, lo importante es si se vive como un sueño o como una realidad...
Si tengo que elegir me quedo con mi corazón de libélulas y peces de colores... los nenúfares los dejo para el mundo real, ya que tal vez mi corazón no sea tan grande para soportar la progresión geométrica de su reproducción.
Un abrazo y feliz Navidad, amig@

aruko dijo...

No necesito hacerme halcón para ser consciente de lo pequeña que soy y en todos los sentidos, aunque si fuera posible saborear el viento sobre el mar, mejor halcón que gaviota. En lo relativo al AMOR, con Dios sin duda alguna.
Para terminar una frase: "Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios." Aristóteles.