martes, 6 de diciembre de 2011

Pueblos presupuestables...

Los pueblos presupuestables no tienen futuro, son como los osos árticos en espera del calentamiento global. Grecia, Irlanda, Portugal, Italia, España....la literatura es la única nave a la que asirse mientras la tormenta desarbola los últimos nichos del pensamiento coherente, ese que nos dice que somos un todo y que el horror en el que pueden vivir las partes del todo termina por contagiar al cuerpo entero- Europa-. Es una pena que Saramago falleciera siendo un joven intelectual que podría haber aportado a la balsa de piedra una organización solidaria y armónica. O que Kavafis muriera hace tantos años sin poder aterrorizarse con el rostro sanguinolento de los bárbaros que llegan del norte, a los que esperábamos con la ilusión de la sangre nueva y vivificadora y han llegado con el estigma de la gangrena en cada uno de los movimientos filarmónicos de sus entidades financieras. ¿Por qué no hablar de la dulce y suave Italia, con sus llanuras amarillentas y sus racimos de olmos verdeando en los fondos de los valles junto a los ríos, las cigarras y el glamour de la naturaleza mediterránea?. Italia, la milenaria Italia y sus grandes catedrales, papas, cardenales y pensadores de izquierda enterrados en los suburbios de las grandes urbes, junto a la basura y los detritos de los banqueros.
Irlanda, la verde Irlanda y el hombre tranquilo, el inglés por todos los rincones de la isla, la patata y la muerte en las cesuras de los siglos.
Vienen malos tiempos para la eterna arena marginal- abusando en demasía de Immanuel Wallerstein-, para los pueblos que fueron suburbiales en las grandes etapas de la historia. Pueblos de Europa sí, pueblos afortunados también, pero por la cuesta del Cotolengo veo bajar a Pijoaparte y la burguesía se ríe del temple del charnego, del siciliano que admira los pináculos de la Catedral de Milán, del irlandés que devora patatas podridas antes de morir y abonar la verde soledad gaélica o del griego que baila en los pedregales de los templos clásicos dispersos entre olivos y cipreses.
La muerte vuelve cabalgando a lomos de Wall Street, de los ricos sin escrúpulos, de esas gentes que han encontrado en el dinero su patria y su posesión su razón para matar y para morir.
Los andamiajes de nuestra Europa se han construido con las teorías de la Escuela Austriaca de Economía, no con el utopismo decimonónico ni con la filosofía alemana de la compasión humana. Economía y raza económica. Ya los judíos no son los enemigos, lo son los pobres y se hace necesario domesticarlos. A la labor se han puesto Merkel, Sarkozy y.......

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