jueves, 12 de julio de 2012

Hay ríos con alas

Hay ríos con alas. En el estío, cuando levantan el vuelo, sus lechos de plata brillan en el mediodía y los cantos rodados del fondo arenoso son lágrimas de cocodrilo de las tormentas y del frío de febrero. Nuestros ríos tienen alas y los poetas, que alguna vez las tuvieron también, se aferran al zarzal con sus palabras duras, desnudas, de filos sangrantes, propias de estos años trágicos en los que se nos quiere domesticar para volver a ser ese rebaño de Dios, sumiso, callado, sufriente. Pero nosotros no somos un pueblo encadenado, nunca lo fuimos, y aunque perdimos batallas y guerras nuestra voluntad fue inquebrantable y nuestra libertad una paloma de lechos de plata y pico de silex. Viviremos paisajes siniestros, nos harán una corbata de cuerda con sus risas y sus jadeos pero en el límite del camino, donde la hierba es alta y blancas las flores que acristalan el mar, nos levantaremos y quebraremos las cadenas que alguna vez nos pusieron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me recuerdas a Cortázar:

"...A ratos se pregunta como pudo esperar
todo ese tiempo
para salirse del río sin orillas,
de los cuellos garrote,
de los domingos, lunes, martes, miércoles y jueves."

Eres muy buena describiendo interiores.
Mi saludo afectuoso
Horacio Eseverri(Rosario, Argentina)