domingo, 14 de abril de 2013

CB Cartagena 74 AD Infante 58


Hoy 14 de abril, día del primer partido de los cuartos de final del campeonato junior de baloncesto regional (es más corto escribir día de la República pero menos importante) se han enfrentado en Cartagena el CBC Junior y el AD Infante Junior (con tilde o sin tilde sigue siendo un anglicismo). Ha ganado el equipo de la ciudad tres veces milenaria por 16 puntos de diferencia (74-58). Rompiendo un poco la tradición (nos referimos a la ajena, claro) no voy a responsabilizar a los árbitros de la derrota, tampoco a la presión ambiental, a la brisa con sabor a mar que soplaba en Cabezo Beaza, a la primavera o a cualquier razón que se me pueda ocurrir para justificarla. Hemos perdido, es decir, el otro equipo ha ganado. Tengo la impresión que el AD Infante termina la liga el próximo día 21 de abril. Y lo digo para ver si es cierto que me suelo equivocar más allá de la probabilística, que soy algo gafe, que don Quijote enloqueció con tanta lectura y que la poesía del baloncesto nunca premia la épica sino la estatura. Gigantes en lugar de molinos de viento, salvado en lugar de harina, harina en lugar de sal, el fin de un ciclo, espiral o pesadilla que se repite continuamente o se aleja lentamente.
No termina con esta entrada Las Horas Sitiadas, ni se clausura, ni se calla, ni vuela con las gaviotas oteando la Isla de Ítaca. Destrozando un viejo chiste soviético el horizonte del jugador profesional de baloncesto se ve ya en el horizonte. ¿Pero qué es el horizonte?: una linea imaginaria que separa el cielo y la tierra, que cuanto más nos acercamos a ella más se aleja. Un espejismo que en algún momento hemos visto en alguna llanura bajo el sol canicular o en la blanca sonrisa del mar.
Posiblemente el CBC 95 juegue la final con el UCAM 95, o quizá me equivoque. Es posible que el Infante, el equipo de los misteriosos barrios del otro lado del río, remonte el partido de ida y juegue la semifinal con el Maristas o con el San José. En todo caso, la final será como el viejo chiste de la Era Jruschov. El horizonte es una linea imaginaria que se aleja cuando se toca con los dedos de la mano, nada más.
Acabó un ciclo y dejamos en el recuerdo, aunque no quiero perder el contacto con ellas y ellos, amigos con los que hemos reído, conversado, soñado, leído o deleitado con poesía, prosa y sentido común a raudales. Gente de Cartagena, Yecla, Archena, Caravaca, Murcia...
Este blog, Las Horas Sitiadas, sigue abierto (cosa de la nube y de su libertad radical) pero su horizonte ya no está recortado por una canasta, una pelota y un chaval que salta hasta tocar con los sueños el cielo de un pabellón cubierto.  

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se acaba el baloncesto, se acaba.
Han sido unos 10 años de los que practicamente sólo me quedan buenos recuerdos; los malos, no sé, ¿dónde están?, se fueron.
Gracias chavales por lo que habéis entregado durante este montón de años.
Un beso a todos esos niños, hoy hombres.

ricard dijo...

Lo mismo digo ,mucha suerte a esos hombres con corazón de niño.

Besos a todos los padres y madres que han ayudado a que estos magníficos ratos...se hicieran posibles ,con el kilometraje de la voz y las risas pasado de vueltas.