martes, 2 de abril de 2013

Te miro

Te miro, es decir, miro al vacío, a aquel lugar en el que alguna vez estuviste, y no si responderte con el silencio o gritar con los brazos extendidos al cielo nocturno, un grito hueco que ahonde toda la desesperanza que habita en mí. Hablo a tu ausencia, ese lugar dónde crecían lirios, dónde el gato se acurrucaba, se hacía un ovillo y escuchaba las tinieblas en voces sordas. Luego, cuando los lirios se marchitaban, allá por los últimos días de un hambre mortal, el gato abría los grandes ojos grises y en ellos se bañaba desnudo, chapoteando en el incienso oloroso de las grandes catedrales reflejadas en el iris y en el filo del último cabello desrizado del felino, tu recuerdo, que era una línea frágil, la porción microscópica de una lágrima, la arena acumulada entre paredes de arcilla.
 El río fluye hermoso. Bajan las cañas, las ramas, la hierba seca, la hojarasca del otoño pasado, y tú, tú bajas de las altas montañas, de las nieves inmaculadas, de las llamas eternas del cielo estelado. Eres la mariposa que alguna vez contuve en mis manos cerradas, mirándote entre los jirones de una piel que ya se cuartea inexorablemente. En derredor, el estío, el calor, los saltamontes, los desolados paisajes de las chicharras y del sol cayendo vertical con sus uñas que desgarran la piel con sus húmedos suspiros.
 Te miro y pienso que alguna vez tu invisibilidad, esa mano que te busca en el pesado aire de un día despejado y solo encuentra estupor en el alma ausente, fue carne, piel, vello erizado, expectación en el pecho, presión en las sienes y liberación, placidez, sueño tranquilo. Se interpone entre nosotros la cara oculta de la luna y tus ojos son mieses que brillan como luciérnagas en los cráteres del astro anhelado. 
 Te miro, miro el vacío dentro del esqueleto que nos sostiene levitando en lo que alguna vez fue amor y ahora es solo olvido.

4 comentarios:

Un amigo dijo...

A ver quién tiene narices a hacer algún comentario sobre esta entrada. Con estas entradas es imposible llegar a los 34 comentarios de Jesús.
Un beso rulao Lucía

Francisco Saura dijo...

34-1= 33. Vamos mejorando.

Jesús García dijo...

¿Quién dijo competición? En otros tiempos de pasión Lucía también hablaba de baloncesto, del CB Murcia 95 en su aspecto humano, aunque más en el divino. Y allí había salsa y resalsa, con pan para mojar. Eran otros tiempos y entre amapolas siempre había algo que comentar. En esta nueva etapa se dedica a la vida contemplativa en cuanto a baloncesto se refiere, a madurar sus reflexiones y a deshojarlas regalándonos de cuando en cuando un ramillete de palabras cuidadosamente ordenadas, y nosotros a deleitarnos con su poesía, sin mucho que decir: Me gusta, me llena, me sorprende, me emociona, me entristece, me alaga... Ella sabe que todas esas opciones son las que sentimos, aunque nosotros también sabemos que a ella le importa bien poco lo que opinen los demás. Esto es literatura y en "El otro Basket" jugamos a otra cosa.

Francisco Saura dijo...

Muy halagada (como siempre), Jesús. Un comentario que personalmente vale por 30. No hay competición, por supuesto.