miércoles, 30 de diciembre de 2009

Camino de Esplugues


Hace un tiempo Juan Jiménez, Coordinador del Plan Regional de Drogas 2008-2010 nos comparó el cerebro humano con el hardware de una computadora. De acuerdo con sus palabras, más allá de los 25 años el cerebro se cerraba y quién no era drogodependiente a esa edad ya nunca lo sería. A partir de esa edad, las dificultades para aprender idiomas también se multiplicaban. Se podía aprender inglés, por ejemplo, pero el software utilizado debería ser muy potente.

El día 2 de enero los jugadores del CB Murcia 95 marchan a tierras catalanas para disputar el XI Torneig de básquet cadet “Ciutat d´Esplugues”. Cruzarán los ríos de la vertiente mediterránea, el Júcar, el Turia, el Ebro. Tal vez no se percaten de los dos primeros, de breves lechos, pero el Ebro les hará exclamar: ¡éste sí que es un río!. Al menos eso creemos, lo suponemos. El hardware en construcción retendrá los atributos de un río de aguas tranquilas que se amansan en las orillas del Delta como suaves besos húmedos de la primera amante adolescente.

El día 3 partiremos las madres y padres, alguna de nosotras con el hardware abierto a los olores, colores y texturas de una Barcelona de balconadas mediterráneas, de lánguidas y azules miradas oceánicas, dispuesta a extender su sombra acogedora a las riberas meridionales de un mar inmenso en amores, odios, civilizaciones construidas sobre el olivo, la viña y el trigo y destruidas en gigantescas bocanadas de fuego salvaje.

Nuestros hijos jugarán contra el Cajasol, contra el CB Nou Esplugues, y contra el FC Barcelona, equipos de lujo oriental. Y seguro que aprenderán en la victoria y en la derrota, en la lucha y en el saludo. Y a lo lejos, más allá de los tejados y horizontes alambicados, se intuirá la Sagrada Familia, la Barcelona modernista, “La Ciudad de los Prodigios”, esa memorable novela de Eduardo Mendoza, y, al menos yo, recordaré Homenaje a Cataluña de George Orwell, alternándola con Últimas Tardes con Teresa de Juan Marsé o esa preciosa, maravillosa novela de Mercè Rododera titulada La Plaza del Diamante.

Se refleja el año nuevo en los cristales rotos del 2009


Muchas veces, en el mercado de las ideas (también de los sentimientos, de la praxis…) la existencia del Yo depende de los errores del Tú, porque muchas veces ni las ideas sirven para mucho ni la praxis responde a su diseño teórico, sea inteligente o caótico. No creemos que en mundo del baloncesto existan conceptos verdaderos levitando en el éter, a la espera de una larga mano que roce casi el cielo para recogerlos como frutos maduros listos para ser aplicados o dibujados en la pizarra. En esto, como en casi todo, la suerte y la casualidad tiene mucho que decir. El problema se radicaliza cuando a la falta de respeto entre los contertulios se une la inexistencia de posiciones o planteamientos diferentes. Cada uno busca explicaciones a sus propios actos, los justifica y los reelabora como verdades prendidas con alfileres en la Nube. La vida entonces se convierte en un circo, en un mundo al revés habitado por los fantasmas de Carl Schmitt del Yo y el Otro como el amigo y el enemigo. La bloguería, los foros, las web,s devienen en cristales rotos, fragmentados, con bordes afilados y restos de sangre coagulada. Dónde antes hubo unidad temática, ahora se despliega un mundo aterrador de reproches, mentiras, engaños, autoengaños y sueños aborrecidos por la razón. Los contornos de la Nube se vuelven inciertos y las dentelladas del anonimato van deteriorando la lógica de las ideas y convirtiéndolas en meras marionetas manejadas al antojo de las pasiones más irracionales.

Creemos que los errores deberían ser definidos y analizados como errores, no como combustible que avive el fuego de los enfrentamientos personales o sea casus belli de enfrentamientos demorados o pendientes de elaboración. Creemos también que la vida, a finales de 2009, vislumbra un haz de incertidumbres tan amplio como la bondad o la miseria humanas juntas. Tal vez sea hora de construir sobre el campo de batalla nuevos consensos.

Feliz año nuevo a todas las amigas y amigos que nos han seguido durante estos difíciles meses..

martes, 22 de diciembre de 2009

Una película para estas fiestas: Camino a la Gloria


Mientras veían “Camino a la Gloria” Irene Andreo sorprendió a Lucía Sánchez y a sus nietos con una afirmación sorprendente:
-Vuestro abuelo y yo estuvimos en ese partido.
Se refería a la final del campeonato de la NCAA de 1966, que se celebró en Maryland entre los mineros del Texas Western y los Kentucky Wild.
-Pero mamá- dijo Lucía-, ¿recorristeis miles de kilómetros para ver un partido de baloncesto?.
Irene sonrió.
- Éramos jóvenes, éramos impulsivos, visitábamos a familiares e intelectuales exiliados en Norteamérica. Tu abuelo era muy estricto en la cuestión de mantener los lazos de amistad creados durante la República y la guerra. Por aquellos días estábamos de visita por Baltimore, todavía quedaba gente querida por allí, gente con la que tu abuelo había trabajado bajo el estruendo de las bombas sobre Madrid. Estábamos a tiro de piedra de College Park, a no más de 50 kilómetros. Habíamos cenado temprano y Joan, el amigo de tu abuelo, nos preguntó si queríamos ir a un partido de baloncesto. Joan estaba muy relacionado con la universidad Jhons Hopkins, becas de investigación y todo eso, y se había aficionado a acudir a partidos de baloncesto entre las universidades. Recuerdo que era San José, 19 de marzo.
- Mamá nunca lo has contado. Te guardas lo mejor de tu vida. Seguro que a tus nietos no les parece una batallita de abuela.
Hacía diez minutos que Lucía había detenido el reproductor de DVD. La imagen congelada de Don Haskins se recortaba en la pantalla plana, mientras al fondo, en extraños escorzos, aparecía Bobby Joe Hill. Aquel partido supuso un hito en el baloncesto universitario norteamericano y otra lanza en el desbordamiento de las barreras raciales que aún constreñían a una sociedad libre, pujante y que estaba construyendo nuevos discursos igualitarios. Sin embargo los años siguientes también fueron difíciles. Cómo escribe Susan Goorge (“El pensamiento secuestrado”):

“El año 1968 fue realmente terrible. Lyndon Jonson, que en 1964 había ganado en 44 estados y obtenido el mayor número de votos populares de la historia de estados Unidos (el 23% más que su rival archiconservador Barry Goldwater), anunció en marzo que no se presentaría de nuevo en 1968. Dos semanas después, Robert Francis “Bobby” Kennedy declaró que estaba disponible y parecía probable que se conviertiera en el candidato presidencial demócrata. A principios de abril, Martin Luter King fue asesinado en Menphis; justo un mes después, “Bobby” fue abatido a tiros en Los Ángeles, horas después de ganar las primarias demócratas en California. Ninguno de los dos asesinatos se resolvió nunca realmente. El senador Hubert Humphrey, del lejano estado del norte de Minnesota, cubrió el hueco pero se negó a distanciarse de la guerra de Vietnam. En el Partido Demócrata, dividio en facciones, reinaba la confusión. Vietnam, las relaciones raciales, la delincuencia y las guerras culturales estaban desgarrando el país”:

Finalmente, los mineros del Texas Western venció a los Kentucky Wild por 75 a 66, con un cinco formado por jugadores negros (Bobby Joe Hill, David Lattin, Obsten Artis, Willie Worsley y Harry Flournov) frente a otro cinco de jugadores blancos anglosajones.
Cuando Lucía Sánchez reinició el dvd observó los rostros de sus hijos, que miraban a su abuela con admiración y envidia: ella había estado en Collage Park aquel 19 de marzo de 1966. Siguieron viendo “Camino a la gloria”, y acaso de madrugada soñaron con sus ídolos y con una canasta de baloncesto en una fría pista de cualquier colegio o polideportivo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Pistas peligrosas para la práctica del baloncesto



El sábado 12 de diciembre se jugó un partido de categoría de minibasket femenino entre el AD Infante y el Blanca CB en el Pabellón Deportivo del barrio del Infante. Fue a las diez horas de una mañana fría, húmeda, con la pista mojada por el relente de la madrugada. Las niñas se protegían del frío con una manta sobre sus piernas, las personas que venían de Blanca se extrañaron que se jugara en el exterior, con el frío, con la pista resbaladiza, con la manta protegiendo las piernas y ocultando el banquillo de madera. En nuestros rostros no debió dibujarse el rictus de la sorpresa, acaso sí el de la resignación ante una situación que se prolonga durante años. ¡Con lo que sencillo que sería cubrir la pista con una cubierta exenta!. Nuestra ciudad necesita más y mejores instalaciones deportivas, nuestra ciudad necesita un compromiso con la sostenibilidad, la igualdad de género, la promoción de la salud y del deporte, la felicidad, en definitiva y en la medida de lo posible, de sus ciudadanos y ciudadanos. Poder pasear, disfrutar de arboledas y plazas peatonales, practicar el deporte individual y colectivo sin necesidad de migrar de barrio en barrio buscando instalaciones adecuadas y accesibles económicamente. Ya ni siquiera importa la titularidad de las instalaciones deportivas, ni de su gestión pública o privada. No. Lo importante es que si alguna persona quiere jugar al baloncesto (o al fútbol, o al balonmano, o al voleibol…) pueda hacerlo en condiciones adecuadas, sin peligro de sufrir una lesión o sin necesidad de taparse con una manta del frío. Creemos que el Ayuntamiento de Murcia conoce las demandas de éste y de otros muchos colectivos y personas preocupadas por el futuro y el bienestar de sus hijas e hijas, por la transmisión de valores y actividades positivas para cualquier sociedad. Y desde aquí permitidme que les diga: hay formas de gastar el dinero público, una de ellas es sustituir aceras seminuevas, otra sería escuchar a la gente, valorar sus propuestas, y, en el caso que nos afecta, cubrir de una vez por todas las pistas descubiertas de sus instalaciones deportivas que sean o puedan ser peligrosas en determinada circunstancias, como las del Infante.

viernes, 11 de diciembre de 2009

García del Toro y el yacimiento andalusí de San Esteban


Resulta paradójico como el poder modifica debates en los que las partes asumen postulados incuestionables y basados en la ciencia, en la técnica o en el análisis lógico. Hablamos del poder legítimo que inviste de autoridad al que lo representa. Parece que el presidente de la comunidad autónoma lo detenta, y cuando habla, esta vez desde Bonn, o callan, o mantienen el discurso si es coincidente con el suyo, o lo modifican en un radio de circunferencia que puede llegar hasta 180º. Esto parece haber ocurrido con el debate público sobre el yacimiento andalusí del Jardín de San Esteban, lo que nos hace reflexionar sobre el papel de la conciencia individual en el mundo de la política, y de la economía, y de la cultura… La única persona que ha mantenido un discurso sin fisuras y contradicciones ha sido Javier García del Toro, arqueólogo y profesor universitario. Los demás, estamos hablando de las instituciones, se han comportado como veletas azotadas por vientos inseguros y provenientes de ninguna parte. Es comprensible que las estructuras que generan poder exijan fidelidad, sean partidos políticos, organizaciones empresariales y sindicales o movimientos sociales de cualquier clase. Pero Javier García del Toro no pertenecía a esas redes y la sociedad murciana lo ha investido de autoritas. Parece que hay mucha gente en la Nube indignada por la conservación de cuatro ladrillos y por la supuesta conversión de un maravilloso depósito de CO2 y hollín en un foco de ratas y suciedad. Pero seguramente esta gente también tiene un interés legítimo que se verá afectado por la resolución del contrato de construcción del parking. Se han perdido más de 1500 buenos negocios y eso duele al bolsillo e indigna a la moral utilitaria. No obstante, nos alegramos que los intereses generales prevalezcan sobre las pretensiones de una parte ínfima del entramado social de lucrarse.

Creemos que el presidente murciano ha sabido beber de los anhelos de sus conciudadanos. Tememos, sin embargo, esa capacidad de metamorfosis de mucha gente que cambia la piel y la conciencia cuando el Oráculo de Delfos habla, aunque sea desde Bonn.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Buenas noticias desde Bonn


La Verdad Digital: “Válcarcel descarta la construcción de un parking en San Esteban”. Día 9 de diciembre de 2009.

La Opinión de Murcia Digital: “No habrá aparcamiento en San Esteban. Várcarcel defiende que la magnitud de los restos hallados en San Esteban “hacen imposible la construcción de un aparcamiento””. Día 9 de diciembre de 2009, al anochecer de un liviano día de otoño.


Ramón Luis Valcárcel estudió Geografía e Historia antes de ser presidente de la Comunidad Autónoma de la región de Murcia. Con su guitarra y su alegría... pasearemos por las callejuelas árabes de una ciudad que fue hermosa en mitad de un cielo brillante y un vergel que llegaba a las laderas, e iluminaba el alma de sus espectadores.

Un pueblo que no se reconoce en las huellas de su pasado...


Un pueblo que se reconoce en las huellas de su pasado y las protege como herencia inalienable de sus generaciones futuras, es un pueblo con futuro, que mira al cielo, a las montañas, a los mares, a las calles, a las piedras que un día fueron labradas en las canteras o a los adobes amasados y alineados en estrechas y sombrías callejuelas, con confianza y respeto.

Es una desgracia que la ciudad de Murcia lleve camino de convertirse en una urbe inhabitable, insostenible y fea, superlativamente fea. Es una vergüenza que los murcianos repitamos cíclicamente los mismos errores destructivos arrasando con todo lo que florece en la tierra cuando las excavadoras clavan sus muelas en cualquier recoveco del entramado urbano. Es una vergüenza observar que otros pueblos cercanos, que también enterraron los restos materiales de su historia, embellecen sus calles, colinas, puertos y almas con los restos que un maravilloso volcán milenario y multicultural arroja a la mirada extasiada de todas las personas que aman su pasado y reconocen la senda de su futuro.

A estas alturas del escrito ya se sabrá de qué estamos hablando: los restos árabes del Jardín de San Esteban, en Murcia. Parece que el debate público, que queremos creer que es también social, se orientaba a conceptos como movilidad sostenible, ciudades humanizadas, centros urbanos transformados en inmensas ágoras de discusión, contemplación y ocio, recuperación de los valores urbanos de convivencia y solidaridad, etc. Y parece que los errores pasados de destrucción nocturna del patrimonio arquitectónico y cultural no deberían volver a repetirse. Parece también que la sociedad civil tenía derecho a opinar, sopesar y decidir, y que tales decisiones deberían ser preceptivas para los poderes públicos. Eso era al menos lo que se pregonaba de una democracia consolidada, europea y formada por ciudadanas y ciudadanos libres y con criterios propios de mesura y tolerancia.

Pero tal vez nos hayamos vuelto a equivocar. ¿Hay algún valor social por encima de los derechos colectivos a una ciudad amable y en la que podamos buscar, aunque no lleguemos a disfrutarla, la felicidad en un sentido amplio y multicultural?. Posiblemente aquí radique el problema: la conceptualización de dinero, y por extensión del mercado, como la única fuente de felicidad absoluta, la creencia en un progreso exclusivamente tecnológico, el desdén por las pequeñas cosas que, ellos no lo saben, hacen mundos y civilizaciones en la mirada de cualquier niña y niño. Hemos vendido los deseos por conchas de titanio recogidas en los suburbios de Shangai o Dubai, hemos vendido el espacio público de convivencia, el ágora que debe existir en todos los centros urbanos, por un depósito de CO2 y hollín en los subsuelos de nuestras calles.

Nunca hemos malquerido las propuestas del Consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz. Su pretensión de convertir Murcia en un foco de creación y divulgación del arte contemporáneo nos parece excelente, y nada contradictoria con la preservación de los valores culturales que nuestros ancestros nos dejaron en herencia. Por eso podemos seguir soñando en la creación de un gran centro cultural y de interpretación del mundo árabe peninsular en lo que es ahora el Jardín de San Esteban. Creamos en una cubierta de cristal sonriendo a un sol magnífico que ha visto por estas tierras nuestras el trasiego de pueblos distintos, con sus idiomas, con sus escrituras, con sus formas de cocer la arcilla y tratar el esparto. Miremos la ciudad de Cartagena, la solución de Rafael Moneo para el acceso al Teatro Romano, las excavaciones de El Molinete, el futuro que le depara ser una referencia cultural internacional….

Ojala no se repitan los viejos errores, que por conocidos nos parecen irrepetibles.

martes, 8 de diciembre de 2009

Moncho Fernández que olía a humus y óxido de alambique de los Highlands


Nos había caído bien Moncho Fernández, ese gallego de Santiago que nos parecía que olía a humus y a óxido de alambique de los Highlands de Escocia. Parece que esta vez ha sido cierto ese dicho que viene a decir que Dios apoya a los buenos cuando van ganando y a los malos cuando van perdiendo, por lo menos desde la posición que se ocupa en el Universo, que condiciona los pensamientos, los sentimientos, las palabras y los actos. Creo recordar que Moncho Fernández estudió Historia en los campos estelados de la capital gallega, y debe saber que los hechos pasados los escriben los vencedores, siempre ha sido así… al menos hasta la aparición de la Nube que ha cubierto todo el cielo con un terciopelo de conocimiento y de libertad, y a la que ahora quieren vallar para controlar a los potros desbocados que vadean profundos ríos de putrefacción y saltan las montañas nevadas con sus miradas infinitas.
Moncho Fernández nos había caído bien. Ahora se marcha con las maletas, con la pizarra y con los libros a otra parte, y aquí nos quedamos con el CB Murcia por los subterráneos de la liga, con el Palacio de Deportes imponente como siempre, construido para una ciudad que huye cada domingo de las gradas y del parquet y se disemina como una mancha de aceite por playas, montañas y merenderos más o menos tradicionales. Moncho Fernández se marcha con su lluvia. Desde aquí queremos homenajearle con un poema de Federico García Lorca, al que ahora buscan entre olivos granadinos, titulado “Madrigal a cibda de Santiago”:

“Chove en Santiago
Meu doce amor,
Camelia branca do ar
Brila entebrida ó sol.

Chove en Santiago
Na noite oscura.
Herbas de prata e de sono
Cobren a valeira lúa.

Olla a choiva pola rúa,
Laio de pedra e cristal.
Olla no vento esvaído
Soma e cinza do teu mar.

Soma e cinza do teu mar
Santiago, lonxe do sol;
Ágoa da mañán anterga
Trema no meu corazón”.

“Llueve en Santiago
Mi dulce amor.
Camelia blanca del aire
Brilla quemada de sol.

Llueve en Santiago,
En la noche oscura.
Hierbas de plata y de sueño
Cubren la vacía luna.

Mira la lluvia en la calle,
Queja de plata y cristal.
Mira en el viento desvanecido
Sombra y ceniza de tu mar.

Sombra y ceniza de tu mar,
Santiago, lejos del sol;
Agua de mañana antigua
Temblando en mi corazón”.

La fotografía pertenece a Rafa Francés de La Verdad digital.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto "En defensa de los derechos fundamentales en Internet"

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.