jueves, 12 de agosto de 2010

A mi padre...



Cuando Lucía Sánchez llegó aquella tórrida madrugada del 12 de agosto a su destino, pudo contemplar la desolación de una sábana blanca ondulada por la humedad que favorecía la mansedumbre de las hojas y de las nubes oscuras suspendidas en la estrecha mirada de un jardín. La sábana detuvo su peregrinar en un cuerpo caído que minutos antes era brío y voz atronadora, y lo ocultó totalmente a la balada de la luna y de los jazmines, al sabor a sal y a la vibración luminosa de las olas, a las yemas de los dedos de una hija que ya se sabía huérfana para siempre y a la mirada azulada de unos ojos honrados y justos. Entonces recordó aquellas palabras escuchadas en los lindes de la Selva de Irati: ¡Tú si que has viajado, Miguel, tú si que has viajado!. Y vio la figura de su padre iluminada por una luna como dos soles ecuatoriales caminando por las sendas de los montes de Olot, bebiendo de las aguas tensas por Besalú, descendiendo al cráter de Santa Margarida y apoyando su espalda en los muros de piedra de una ermita construida con su vientre místico mirando las palomas celestiales.



¡Papá: nunca te olvidaré!. Te soñaré caminando a mi lado en las espesuras de la vida, apartando con tu alma buena la maleza que se enreda en mis pies, guiándome entre martirios y fraudes frailescos, aunque no te vea, aunque sepa que estás en algún lugar del Universo dialogando con la verdad y vigilando el destino de tus descendientes.



¡Papá te quiero!.





7 comentarios:

Anonymous dijo...

Querida Lucía:
Ten fuerzas y no estés triste porque todo el mundo se muere alguna vez.Yo he perdido a mi abuelo...Y pienso en cosas bonitas.


Ánimo Lucía

Anonymous dijo...

Lucía

"El dolor de los que hemos perdido a un ser querido es incomparable, intransferible y, aunque intentemos expresarlo de todas las formas posibles, siempre nos quedaremos con la sensación de que las palabras no llegan ni bastan. Y en realidad es así: una expresión verbal jamás tendrá la profundidad de todos nuestros sentimientos; tendríamos que inventarnos palabras nuevas para esa situación totalmente nueva que nos está desgarrando por dentro"
"Es muy difícil aprender a volver a tomar parte activa en la vida cuando perdemos a alguien a quien amamos."
-Es bueno y necesario llorar a ese ser querido; sentir que lo queremos, que lo necesitamos, que lo añoramos, que es injusto que se haya ido. Es bueno saber que todo lo que estamos sintiendo es normal
Saber y poder expresar ese dolor será importante para nuestro proceso de recuperación, de renacimiento personal. El dolor ante la muerte de un ser querido, especialmente si se trata de una muerte inesperada o traumática, es un proceso desgarrador que agita y golpea hasta la última y la más ínfima célula de nuestro organismo, así como las intangibles formas de nuestra alma.-

Como fiel anónimo-seguidor…estoy a tu lado Lucía.

Jesús dijo...

Querida Lucía, mucho ánimo y ya sabes, inevitablemente "nuestras vidas son los ríos..."

Anonymous dijo...

Lucía tu escrito " A mi padre..." es lo más bello que he leído .
Siento lo de tu padre y sigue exteriorizando tus sentimientos.

Carmen

Besos

postebajo dijo...

Lucia:
Vivir ó morir, que gran irónia.
Vivir es sólo existir en el tiempo, y en el tiempo, como tu bien sabes, es imposible morir.

Todo mi ánimo.

Anonymous dijo...

Ay, Lucía, cuánto lo he sentido al leer tu entrada.
Hoy no toca hablar de literatura o de basket.
Los sentimientos se me agolpan y me desbordan. No puedo sino escribirte palabras de ánimo que intenten ayudarte a superar el trance por el que estás pasando.
Mi suegro murió hace casi dos años y lo quería como si fuera el padre que perdí cuando tan solo contaba con siete.
Es muy dura la pérdida de una persona querida y más aún si ésta pérdida es inesperada.
Te queda el consuelo de haberlo disfrutado todos estos años y, a partir de ahora, mantenerlo vivo en tus recuerdos, en tus actos y en el día a día de tu familia. Ahí radica la fortaleza para poder sobrellevar su ausencia.
Su recuerdo se convertirá en palabras y luego en poesía que nos deleitará a todos los que te seguimos y que estamos a tu lado, ayudándote a pasar tu pena.
Nos contarás cómo se asomaba a la misma orilla que Eloy o Ainhoa y pasará a formar parte de nosotros igual que ellos.
El Mar Menor, cual laguna Estigia, albergará su alma y allí estarán todos juntos y ahora, tu padre también.
Mucho ánimo, mucha fuerza y si necesitas algo, cuenta conmigo y con mi familia.
Un fuerte abrazo de todos.

Anonymous dijo...

Lamentamos la pérdida de tu padre, mucho ánimo y fuerzas para seguir tu camino.
Besos Amigos.