lunes, 6 de junio de 2011

Memorias y desmemorias

Todavía recuerdo, caprichos selectivos, aquellos veranos tórridos- sin aire acondicionado, sin ventilador, sin playa- en los que mi madre extendía una sábana en el suelo tibio, junto a la puerta del balcón, y nos acostábamos aguardando la llegada de la brisa de la madrugada – que casi nunca llegaba, contratiempos de nuestra geografía-; o aquellos tres días de hace muchos años que llovió incesantemente, con la niebla ocultando toda la sierra, sus faldas y sus crestas alambicadas hacia levante.
Siempre he dicho que comenzamos a envejecer cuando mitificamos anécdotas del pasado y, debo confesarlo, desde hace pocos años retorno continuamente a un pasado cada vez mas lejano, buscando huellas, indicios, promesas, designios del futuro que nunca pude intuir y que, en esencia, no resultó, no resulta, especialmente ingrato- observando en derredor el derrumbamiento de una sociedad confiada, alegre, próspera-.
Todo lo demás importa poco si la libertad de recordar queda constreñida por el deseo de agradar- o de desagradar-, por las opiniones- anónimas o no- que aportan matices a un debate o solo deseos de provocar o enfrentar. Las lecturas del pasado son lecturas minoritarias- la Historia, con mayúscula, pertenece a lectores empedernidos que rastrean entre el papel y el polvo, y solo encuentran desolación, muerte y una rama de pesimismo antropológico que nace cerca del suelo, junto a la hierba y las hormigas que se recrean en el grano de julio, y crece fuerte, vigorosa, cargada de realidad y exenta de sueños utópicos. Estos últimos se secaron con las yemas tiernas de las hojas.
A cierta edad, el paso del tiempo es una ventisca molesta que ciega la mirada y te obliga a volver la cabeza hacia atrás, buscando el sol, las nubes que cruzan el cielo mientras las observas recostada en la hierba, bajo un sauce. Otra vuelta al pasado, ¿te acuerdas de la hierba, los sauces, el cielo herido, el sol y la cruz roja del hospital?. Yo sí, tu tal vez no. 
Memorias y desmemorias.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito Paco

Anónimo dijo...

Hola Luc´ñia, estamos esperando las crónicas de nuestras chicas del AD infante

Anónimo dijo...

Bravo! Cordero disfrazado de loba.Ya decía yo que tenía estilo masculino

Francisco Saura dijo...

Hace tiempo que todo el mundo sabe, eso pensaba hasta ahora, que Lucía Sánchez es un seudónimo. Sin embargo, dado el devenir de este blog, los personajes que han aflorado en sus páginas, los poemas de Eloy Sotelo, el hielo de los lagos, el Mar Menor, la luna, tu y yo, nadie duda que Lucía vive, que es la autora de este blog y que por su sangre corre sangre guatemalteca y jacobina.

Anónimo dijo...

Paco muchas gracias por salir en mi defensa cuando me acusan de algo tan grave como es el intento de pegar a un arbitro,yo creía que me conocías, de nuevo me vuelves a fallar,hace algún tiempo cuando te acusaban de estar callado porque DAVID estaba en la selección, yo salia en tu defensa porque creía que te conocía, pero parece que me equivoque, no hace falta que lo publiques, es solo un comentario para ti.
UN SALUDO DE ALGUIEN QUE PENSABA QUE TU ERAS UN AMIGO

Francisco Saura dijo...

Creo que no me conoces, creo que poca gente conoce a esa persona callada, profundamente tímida, que observa, escucha y rara vez opina (para no ofender). No creo que tenga que defender mis actos ante nadie, son míos. Mis silencios, que no presuponen (o al menos eso debería entenderse) también son míos. Formas de ser. No opiné nada cuando alguien, no sé si de las orillas escarpadas del Mediterráneo, escribió (o me atacó) desde ese efímero blog llamado "el baloncesto de base también es para padres", alguien de Cartagena.
Sobre el tema que me afeas: claro que doy por supuesto que no te abalanzaste sobre un árbitro para pegarle, lo sé porque te conozco. Pero tampoco entiendo porque debo intervenir en los comentarios que, tal vez por eso dejé de escribir varios meses, son lo único que interesan a alguna gente y que son utilizados para atacar, denigrar, ensuciar.
Bien, los anónimos son anónimos, y aquí estamos, dando el espectáculo que algunos esperan, solos en mitad de la tierra, con los corazones partidos y secados con sol y sal. Felices debemos ser: que hablen de nosotros aunque sea para mal

Anónimo dijo...

¡Hola Miguel!
Creo que te has calentado un poco de más. Aquí en la nube nadie tiene que defender a nadie, cada cual es suficientemente mayorcito para defenderse a sí mismo. Entiendo que estés cabreado si se dicen cosas negativas de tí sin ser ciertas, pero de ahí a que la pagues con Lucía por no defenderte, esto si que no lo entiendo. Supongo que en entradas o comentarios posteriores te darás cuenta de que en esta ocasión y enfadandote con Lucía, no tienes ninguna razón.
Otras veces si la tienes, pero esta vez te has vuelto a equivocar.
No pasa nada "la nube sigue y sigue"...

Anónimo dijo...

hombre si el te defendió a ti lo justo es que hicieses lo mismo, o no haber admitido el comentario, si crees que el, no es así, es una opinión de alguien que os conoce a los dos