miércoles, 25 de enero de 2012

de poetas megalíticos

Nuestros políticos son poetas megalíticos que esculpen versos afilados de silex en las frentes despejadas de los obreros -como la espina de una rosa o el viento fenicio de una Antigüedad perdida sus actos poseen la fealdad de la destrucción y la belleza del fuego y el crepitar de las consciencias-.
La cultura, tal como la conocemos, llegó de Oriente en embarcaciones de ratas y de esclavos, mientras el rapsoda rimaba sentimientos en las doradas estrellas de un mar dormido en el plácido lecho de un día de mediados de julio.
El estío y las ratas, el dolor y la sal en las heridas de la esclavitud.
Ahora nos dicen que esos tiempos volverán, que los esclavos ya no reman en galeras y que la luna nos mira con desdén desde que los poetas se preocupan del látigo y no de la pluma y el papel.
Luna triste, triste luna de Valencia: el Mediterráneo se refleja en las heridas abiertas de tu cuerpo de oro, y vistes un traje de tierras míticas en sombras de palmeras y dátiles de rizos de viento.
Desnuda te queremos, Selene, desnuda y blanca como las nubes y el algodón de las plantaciones; no con trajes de soberbia ni con luces de presidio- en el vacío, en las alas muertas de las mariposas-

No hay comentarios: