viernes, 30 de octubre de 2009

En baloncesto más iguales: una experiencia innovadora


El programa “En baloncesto más iguales” nace de la colaboración entre la Junta de Castilla y León y la Federación de Baloncesto de Castilla y León, y es una “iniciativa destinada a romper con los estereotipos de género a través de actividades formativas y acciones de sensibilización”.

Entre sus actuaciones para 2009, nos encontramos con:

-Acciones de promoción, “con la distribución de material promocional a favor de la igualdad y la puesta en escena de un punto de información, hinchables y zonas de juegos, en acciones deportivas que organice la FBCYL.”. Los lugares de celebración “En baloncesto más iguales 2009” son, entre otros, Salamanca, Medina de Riseco, Olmedo, Astorga, Zamora, Pedradas…. Hasta un total de 25 localidades grandes y pequeñas de la comunidad castellanoleonesa. En estos actos se reparten un díptico de sensibilización, balones de minibasket y pegatinas.

-“Formación y sensibilización de Formadores, partiendo de la inclusión de un módulo de Igualdad de Oportunidades en todos los cursos de monitores deportivos que se imparten desde la Federación de Castilla y León”.

-Difusión del material didáctico sobre género “EN BALONCESTO MÁS IGUALES. Manual en igualdad de género de entrenadores”.

-Jornada de Formación de Formadores “Igualdad de Oportunidades entre chicas y chicos en el deporte”, que se celebrará en noviembre de 2009, destinada a profesores, monitores y entrenadores.

Fuente: www.jcyl.es

Transcribimos también una noticia de www.zamoradigital.net de 21 de junio de 2008:

“En baloncesto más iguales” es una campaña pionera en España por su novedosa utilización del deporte como un instrumento para ayudar a romper los estereotipos aún vigentes entre mujeres y hombres. La campaña se centra en dos grandes apartados, dedicados respectivamente a la promoción y sensibilización de la igualdad y a la formación. La promoción y difusión de los valores relacionados con la igualdad de género se lleva a cabo a través de la organización de torneos de baloncesto para chicos y chicas en lugares emblemáticos de las ciudades de Castilla y León. Son actos dinámicos y no excluyentes, con una capacidad de convocatoria masiva, tanto de participantes como de público. En la edición del pasado año participaron 5.950 escolares de 21 municipios de la Comunidad, con una presencia femenina del 37%.

En el transcurso de estos torneos se entrega material promocional como 1.500 balones con el lema “En baloncesto más iguales”, 2.000 regalos conmemorativos de la campaña, 5.000 volantes informativos, dípticos y pegatinas.

En lo que respecta a la formación, para sensibilizar sobre la importancia de la igualdad de género, especialmente a aquellos que tienen un papel de formadores de los menores, se incluye un módulo de Igualdad de Oportunidades en todos los cursos de monitores deportivos que impartidos por la Federación de Baloncesto de Castilla y León”.


miércoles, 28 de octubre de 2009

De Águilas al Mar Menor: Juan Goytisolo


Señas de identidad” fue importante para nosotras. Desconocíamos la literatura de Juan Goytisolo hasta que un día nuestro hermano, por entonces estudiante de la Universidad de Valencia, regresó a casa con la novela bajo el brazo. Resultó una novela difícil pero aún recuerdo el capítulo que se desarrolla en águilas o aquel otro de Yeste (“No se te olvide nunca: en la provincia de Albacete, siguiendo la comarcal 3212…”). Hace unos meses mientras navegábamos en Internet encontramos una entrada que hacía referencia a un cuento de Juan Goytisolo titulado “Mar Menor”. Pensamos que era un error, que posiblemente el título debía ser “Mal Menor”, ya que no nos constaba ningún relato del escritor catalán que se desarrollara en nuestra especial albufera litoral, pero estábamos equivocados:

“La carretera cortaba la llanura como el filo de una navaja. Nopales, agaves, eucaliptos, barajaban sus distintos tonos de verde. En san Ginés de la Jara nos detuvimos a fotografiar una hacienda de estilo colonial, con palmeras cargadas de dátiles, miradores y muros blanquísimos […] El día siguiente íbamos a las encañizadas y mi malhumor se desvaneció. El mar ondeaba liso y azul y, por primera vez, en toda la extensión del firmamento no se avistaba una nube […]. La primera boca interior de la encañizada tenía una anchura aproximada de treinta metros. En cada orilla había un murete de obra para canalizar la corriente y enfilamos por él bordeando el agua clara y dormida. Al otro lado, en un islote formado por las dos abras de las golas, se alzaba el pabellón de recreo del consorcio, un edificio de dos plantas de aspecto un tanto marchito, con un amplio balcón orientado hacia el mar de fuera…”

Parece que el cuento se publicó en la revista “La palabra y el hombre” de la Universidad Veracruzana de México en el año 1962 (nº 22, abril-junio, páginas 215-248), volviéndose a publicar en la misma revista en 1997 (nº 22, abril-junio, páginas 151-181).
Enlace: http://148.226.9.79:8080/dspace/bitstream/123456789/2952/1/196222P215.pdf

La historia se desarrolla en septiembre y muy posiblemente en el año 1960, si hacemos caso a la referencia de un partido entre el Elche y el Real Madrid en la ciudad alicantina, que se disputó el 25 de septiembre de dicho año.
Merece la pena leer el cuento por la descripción del mar Menor de aquellos años, de sus habitantes, de los pueblos, de los molinos y de las inmensas playas de La Manga, vírgenes, blancas, hermosas…

De vuelta al refugio, Juan cogió la botella de Jumilla y la medió de un trago. Isabelo improvisaba un fogón con cuatro piedras y armó un pabellón para el caldero. En el cenacho había un plato con mújol y langostinos y un mortero especial para la salsa. Mientras yo majaba los dientes de ajo y las ñoras, Isabelo abrió la navaja y troceó una soga de esparto. Después vació el pescado y la salsa en el agua del caldero y prendió fuego a la soga con el encendedor…”

domingo, 25 de octubre de 2009

Volviendo de Águilas: igualdad y baloncesto (III)


De camino a casa, mientras cruzábamos un paisaje de suaves colinas semiáridas moteadas de paleras y esparto que ya nadie cosecha y crece libre por las laderas, pensábamos en la dificultad que entraña abrir un debate sobre la igualdad de género en el baloncesto regional y nacional. En las sierras que nos rodeaban, y que se prolongaban hasta el limitado horizonte de un cielo azul y cálido, se escondía la tortuga mora, una especie en peligro de extinción, acosada por la presión urbanística, por la roturación de las tierras y por unos extraños incendios prendidos por los extraños tentáculos de una bóveda celeste de contornos blanquecinos.
Regresábamos de las afueras de la milenaria Urci, de presenciar un disputado partido entre el Cb Águilas A y el Cb Murcia 95 que finalizó con la victoria de los jugadores de la ciudad capitalina por 71 a 48. Hubiéramos deseado pasear por el puerto de Águilas, fotografiarnos ante la locomotora de la plaza Isaac Peral o habernos acercado a la playa del Hornillo y al embarcadero construido por los ingleses a principios del siglo XX. No pudo ser, pero el largo trayecto de regreso a Murcia lleno de líneas suaves, colores y olores a ambos lados de la carretera nos hizo meditar sobre el baloncesto a tenor de la opinión de un pasajero sobre el poco seguimiento que tenía éste en nuestro país. Éramos cuatro gatos en un ecosistema dominaba completamente por la especie de los futbomaniacos. Es fútbol es algo así como la perca del Nilo introducida en el Lago Victoria que ha acabado con todas las especies autóctonas, y aunque el baloncesto es foráneo y de más tardía implantación en Europa es también víctima de la ferocidad de un deporte que no sólo cuenta con seguidores, sino también con todo el mundo empresarial de la información y/o desinformación que, dentro de la razón interna del mercado, persigue optimizar beneficios. Nos movemos dentro de la lógica de la tiranía del consumo como ya predijera Herbert Marcuse en “El hombre unidimensional”. Es en este sentido en el que hemos planteado la dificultad de hablar de igualdad de género en el baloncesto, porque nos encontramos ante un deporte minoritario practicado minoritariamente por mujeres que no consigue despegar. Y estamos en un país con una selección nacional que ha conseguido todos los títulos posibles, salvo el oro en unos juegos olímpicos. Se podría argüir que lo prioritario es aumentar el número de jugadores y de seguidores con independencia del sexo de unos y otros, para crecer y conseguir una cuota de mercado que, a su vez, actúe como coadyuvante de sucesivos crecimientos tanto cualitativos como cuantitativos. Es posible que esa sea la mayor preocupación de las federaciones regionales y nacional, y de todo el personal que trabaja en la gestión deportiva y técnica de aquéllas. Pero este es un punto de vista, posiblemente loable, que soslaya una legislación que apuesta por estrategias de igualdad en todos los ámbitos sociales y que no puede ser ignorada sin más. Tampoco es un punto de vista que entre en contradicción con la necesidad de fomentar la práctica del baloncesto por parte de las mujeres. En todo caso, debemos pensar que el crecimiento “en el mercado” es compatible con estrategias de potenciación del baloncesto de base (naturalmente) y al mismo tiempo con acciones positivas que favorezcan que las mujeres accedan a su práctica. El hecho de que el deporte de la canasta es minoritario y bastante se está haciendo para salir del nicho en el que lo tiene enclaustrado el fútbol, no exime a las federaciones competentes de actuar también sobre la doble discriminación que supone ser mujer en un deporte minoritario.
Estamos en un periodo de crisis económica profunda, y posiblemente muchas de las medidas que se podrían haber adoptado a partir del IV Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres de la Región de Murcia se van a quedar en el tintero. Concretamente en el Área de Cultura y Deporte se establece como objetivo general para el periodo 2009-2011 “incorporar el principio de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres en el deporte”, siendo los objetivos específicos los siguientes:

-Facilitar la práctica deportiva de las mujeres.
-Planificar actividades deportivas teniendo en cuenta las necesidades y demandas de las mujeres.
-Velar por el cumplimiento del principio de Igualdad de Oportunidades en la celebración de pruebas deportivas y convocatorias de premios deportivos.
-Promover la presencia y participación de las mujeres en los deportes en los que éstas estén infrarrepresentadas.
-Formar a las y los profesionales del deporte (monitoras/es, entrenadoras/es, profesoras/es...) en género e Igualdad de Oportunidades.
-Promover la presencia y participación de las mujeres en puestos de toma de decisión vinculados con la práctica deportiva.

Entre las actuaciones a desarrollar en el ámbito del deporte estarían:

-Consideración de la perspectiva de género como eje vertebrador básico de la evaluación y planificación de los recursos para las prácticas deportivas.
-Programa de fomento a la participación femenina en actividades deportivas en las que éstas estén infrarrepresentadas.
-Acciones y campañas orientadas a la eliminación de los estereotipos de género asociadas a la práctica del deporte.
-Programas de formación de profesionales del deporte en materia de Igualdad de Género.

En artículos posteriores plantearemos posibles actuaciones que podría desarrollar la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia. En principio, consideramos importante, y ésta es una propuesta, la modificación de los Estatutos de la FBRM para incluir el compromiso federativo con la igualdad de género en el baloncesto, la inclusión de una partida presupuestaria desagregada y la cuota de participación mínima de las mujeres “en puestos de toma de decisión”. No se trata tanto de sustituir entrenadores por entrenadoras o federativos por federativas, o de hacer juicios de valor, siempre subjetivos, sobre decisiones correctas o erróneas como de conseguir que las personas que participan en este maravilloso mundo tengan ideas claras sobre estereotipos de género, igualdad y políticas activas para eliminar o minimizar el acceso desigual de las mujeres al juego de la canasta. Estamos intentando debatir aspectos más teóricos que prácticos porque tener algunas ideas claras en este aspecto supondría un paso adelante importante en la praxis. El carácter teórico de nuestros planteamientos es evidente y solo basta con sustituir la palabra baloncesto por balonmano, por ejemplo, en este artículo para captar su esencia. Por nuestra parte, decir que el interés viene condicionado por tener una niña de 10 años que juega al baloncesto y por nuestra formación en igualdad de género y políticas públicas de igualdad entre mujeres y hombres. Creemos que no tiene ningún coste económico introducir dichas modificaciones. También consideramos interesante la “formación de profesionales del deporte en materia de igualdad de género”. Así lo está haciendo la Administración Regional y los ayuntamientos con sus empleados públicos y en el ámbito de sus comptetencias. Sólo habría que ponerse en contacto con el Instituto de la Mujer de la Región de Murcia o con la Escuela de Administración Pública de la Región de Murcia para conocer programas y organización de dichos cursos. Por último sería importante aprender de las actuaciones de la Junta de Castilla y León, que organiza campañas (“en baloncesto más iguales”) y torneos, en colaboración con la Federación de Baloncesto regional, para la promoción y difusión de los valores relacionados con la igualdad de género.
¿Por qué no lo hacemos en el día del Minibasket, por ejemplo?, ¿por qué no organizar una jornada, allá por los brillantes primeros días de junio, de convivencia y de transmisión de los valores de igualdad en el baloncesto?.

jueves, 22 de octubre de 2009

A las cuatro en punto en Águilas



El sábado, 24 de octubre, el equipo de nuestros hijos, CB Murcia 95, juega un partido con el CB Águilas, a las cuatro de la tarde. Es mala hora para jugar, para comer, incluso para morir. No es una hora poética, acaso sirva para un relato de crímenes misteriosos. Mejor hora es las cinco, para morir, para pasear por la arena de una playa otoñal, para charlar y para soñar con palmeras y aguas turquesas allá por el mes de junio. Los ingleses toman té a las cinco, es un rito para ellos. Los toreros mueren a las cinco de la tarde. Muchas veces, mientras observábamos desde la autovía los edificios de Totana y más allá las estribaciones de Sierra Espuña, pensábamos en Federico García Lorca, que tenía un abuelo totanero, y en el "llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías”:



“A las cinco de la tarde.

Eran las cinco en punto de la tarde.

Un niño trajo la blanca sábana

a las cinco de la tarde.

Una espuerta de cal ya prevenida

a las cinco de la tarde.

Lo demás era muerte y sólo muerte

a las cinco de la tarde...”



También tenía una abuela totanero Antonio Machado, pero ahora hablamos de Águilas, ciudad de tradición minera, ciudad hermosa, cinéfila, literaria. Allí juegan nuestros hijos a las cuatro de la tarde, con el sol todavía brillando en un cielo de hojas marchitas y el mar susurrando palabras de amor a una tierra oscura de lejanos vocablos ingleses. E irán con la alegría de una buena comida europea, con la mirada perdida en las montañas, los valles, el cercano susurrar de los trenes de vapor entre las palmeras y las miradas melancólicas. Águilas es una ciudad literaria: por allí paso Vázquez Montalbán en “La rosa de Alejandría”:



”Mi abuelo era guardia de asalto, había nacido en Águilas y quería que su hija mayor conociera el pueblo dónde él había nacido. Antes de la guerra había una línea regular entre Barcelona y Águilas, porque el puerto de Águilas era importante o por lo que sea [......] Hay nombres de aquel verano que han pasado a mi memoria como si tuvieran algo que ver con mi vida: la playa del Hornillo, la Casita Verde, la plaza de toros, la calle Cañería Alta, helados Sirvent, un pay-pay con la publicidad de linimento Sloan, el fotógrafo Matrán...”.



También la recorrió Juan Goytisolo en “Señas de identidad”, también la recorreremos nosotros recordando las palabras de un poeta argentino que vino a decir algo así como que una ciudad es como un libro abierto que se lee caminando. Hemos olvidado el nombre del poeta pero sabemos que en Águilas hallaremos la dulzura de un mundo hermoso, junto al mar, junto a las colinas cercanas y los recuerdos de Paco Rabal.

Y será a las cuatro cuando nuestros hijos se enfrenten al CB Águilas, mala hora para jugar, mala hora para morir, mala hora para casi cualquier cosa, pero junto al mar es imposible no sentir un instante de dicha, de serenidad, de indulgencia, de pasión por una tierra que nos acogerá bajo un cielo de profundas miradas azules y ocres.



[

domingo, 18 de octubre de 2009

Igualdad y Baloncesto (II y 1/2): ¿comenzamos de nuevo en la misma línea de salida?



“Imaginemos una carrera en la que algunos corredores se les ha asignado una pesada carga porque pertenecen a un determinado grupo. A causa de este hándicap el corredor medio con carga quedará rezagado del corredor medio sin carga, aunque algunos corredores con carga adelantarán a algunos corredores sin carga. Ahora supongamos... que las cargas desaparecen. Si los dos grupos de corredores son iguales en capacidad, la principal diferencia entre grupos con carga y sin carga deja de aumentar, pero... la carrera sólo podría volverse limpia si cada uno fuera obligado a parar y a comenzar de nuevo en la misma linea de salida”(1)



Lester C Thurow: “La sociedad de suma cero”. Editorial Orbis, 1988



Este fragmento de Thurow podría servir para explicar las razones por las que una postura neutra de la Administración Regional, de la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia, de los clubes regionales de baloncesto y de las madres y padres de las deportistas no aumentaría las diferencias actuales entre niñas y niños pero si mantendría acceso diferencial a los recursos deportivos y a la práctica baloncestística en sí.

(1)- En los juegos de suma cero las pérdidas igualan exactamente a las ganancias. Para que unos jugadores (o grupos) ganen otros han de perder en la misma proporción. El estudio de Thurow se movería en el ámbito de los teóricos conflictuales, que ven el poder como un bien escaso y finito en un sistema cerrado de suma cero, por lo que el poder del que dispone un individuo o grupo no lo puede disfrutar otro al mismo tiempo.

martes, 13 de octubre de 2009

Igualdad y Baloncesto (II)


En un mundo de hombres, el conocimiento que circula por el ciberespacio está elaborado también por hombres. La brecha digital de género alcanza límites insospechados en el bloguerío nacional y regional con un discurso masculino dirigido a hombres en el que el baloncesto femenino aparece como residual y protegible, como si del lince ibérico se tratara, en un ambiente pretendidamente paternalista. De vez en cuando se debe hablar de lo que no interesa, aunque sea porque estamos en el siglo XXI y la igualdad formal entre mujeres y hombres sea un tema asumido, al menos en el pensamiento correcto e integrador de nuestra época. Este mundo de hombres explicaría muchas cosas: el recurso a la frase hecha y al falso interés por el baloncesto femenino, los discursos retóricos en los que se deja entrever que el baloncesto practicado por mujeres está abandonado y que “algo habrá que hacer”, las construcciones blogueras de estructuras imaginadas de lo que debe ser y será el deporte de la canasta, la preocupación por el deporte base… Pero en todas estas teorías, que pretenden ser praxis, siempre falta el género femenino, ausente del lenguaje y de la realidad soñada. Pero, ¿por qué ocurre todo esto?. La razón es simple: en un mundo de hombres la realidad es construida por hombres y a la imagen y semejanza de los hombres. Se nos acusará de mantener planteamientos alejados de lo cotidiano, se nos argumentará que los estamentos deportivos sienten una profunda y sincera simpatía por el baloncesto femenino. ¡Pero no hacen nada!. Y no lo hacen a pesar de tener las herramientas precisas para intentar cambios paulatinos en el baloncesto regional; y no lo hacen porque no tienen ni tendrán una perspectiva igualitaria, ni en lo conceptual ni en lo normativo. Seamos sinceros: el análisis de la legislación deportiva nacional y regional y su necesaria adaptación a las políticas y normas de igualdad de género da grima. Resulta escandaloso que los estatutos de la Federación de baloncesto de la región de Murcia se aprobaran mediante la Resolución de fecha 2 de mayo, de la Dirección General de Deportes de la Región de Murcia (BORM, de 27 de junio de 2008), sin que ellos aparezca ninguna adaptación al texto de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, y más concretamente a su artículo 29 que transcribimos a continuación:

1. Todos los programas públicos de desarrollo del deporte incorporarán la efectiva consideración del principio de igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres en su diseño y ejecución. 2. El gobierno promoverá el deporte femenino y favorecerá la efectiva apertura de las disciplinas deportivas a las mujeres, mediante el desarrollo de programas específicos en todas las etapas de la vida y en todos los niveles, incluidos los de responsabilidad y decisión”.
Estamos hablando de una Ley Orgánica anterior a la aprobación de los estatutos de la Federación de Baloncesto de la región de Murcia. Se argumentará que se trata de cosas de Madrid, que no hay que hacerles caso. Pero hay otra ley, ésta regional que ahonda en las mismas políticas de igualdad en el deporte, y también anterior a la aprobación de los estatutos de la FBRM. Estamos hablando de la Ley 7/2007, de 4 de abril, para la igualdad entre mujeres y hombres, y de protección contra la violencia de género de la Región de Murcia. ¿Y qué dice el artículo 34 de la citada ley?:

Las Administraciones Públicas de la Región de Murcia, en su ámbito de competencias, promoverán y llevarán a cabo las acciones positivas necesarias para conseguir la plena igualdad de oportunidades de mujeres y hombres en el ámbito de la cultura, el deporte y los medios de comunicación”.
Y sin embargo, la Consejería de Cultura y Deportes, que tenía la obligación de realizar un informe de impacto de género de los estatutos, miró para otra parte y los aprobó. Así nos salió una normativa federativa en la que no existe ninguna referencia ni a las mujeres, ni al baloncesto femenino ni a la necesidad de promover acciones positivas para la efectiva igualdad de mujeres y hombres. Parece que la Consejería de Cultura y deportes también es un mundo de hombres.
Existe unos estatutos que sí han comprendido la realidad de los tiempos que vivimos y han asumido los objetivos de la igualdad de género. Nos referimos a los de la Federación Vasca de Baloncesto. Entre las funciones de la FVB destaca la de “promover, y en la medida de los posible, garantizar las igualdad de mujeres y hombres en la práctica de su modalidad deportiva en su ámbito territorial” (artículo 6.o). Se podrá argumentar que la expresión “en la medida de lo posible” es una licencia para la inanición. No obstante, el artículo 73 de los estatutos de la FVB, que habla de los presupuestos, establece que “el presupuesto de la Federación Vasca de Baloncesto deberá reflejar, asimismo, las obligaciones relacionadas con la promoción de la igualdad de mujeres y hombres en dicha modalidad deportiva”.
¡Principios de actuación y presupuesto económico!. Por este camino debía haber transitado tanto la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia como la Consejería de Cultura y Deportes. Al menos como primeros pasos, pero estamos en un mundo de hombres que hay que cambiar. Las mujeres debemos participar en nuestro futuro.
En próximos artículos hablaremos del cómo.

sábado, 10 de octubre de 2009

Igualdad y Baloncesto (I)



Hace unos meses, una persona conocida reflexionaba sobre las adolescentes del Siglo XXI. En su opinión, no sabemos si lo atribuía a la genética o a la cultura, las mujeres no practicaban deporte grupal, en todo caso natación, gimnasia rítmica o danza pero, en todo caso, a los doce años abandonaban tales prácticas y se refugiaban en el espejo, en los maquillajes y en el tabaco. Tal reflexión nos hizo recordar la famosa sentencia de Simone de Beauvoir en El Segundo Sexo: “la mujer no nace, se hace”, y la posterior elaboración de la teoría de género, entendido éste como construcción cultural a diferencia de la conceptualización del sexo como diferencia o diferencias biológicas. La sociedad define lo que es “ser mujer” y lo que es “ser hombre” y, también, lo que “no es ser mujer” y lo que “no es ser hombre”. Ya hemos hablado en otro lugar de este blog de los estereotipos sociales, y de que los hombres delimitan meticulosamente la construcción social del concepto mujer y los límites, entendidos como lineas rojas, que ésta no puede cruzar. Así resulta incomprensible socialmente, en los rasgos estereotipados del género mujer, la ambición, y la competitividad como su efecto más visible. Un hombre puede gritar, arengar, manifestar sentimientos conflictuales. Una mujer, al menos para los que nutren sus valores sociales con construcciones sociales estereotipadas, nunca. Por lo mismo, las mujeres no pueden ser competitivas ni ambiciosas sin perder sus rasgos socialmente construidos de sumisión.

Se podrá discrepar o no de las ideas expuesta hasta ahora pero hay una realidad incuestionable. El deporte, los deportes, han sido diseñados a imagen y semejanza de los hombres y su gobierno también. No obstante, el androcentrismo del deporte tiene un origen artificial, cultural, nunca biológico. Y no hay nada biológico, absolutamente nada, que explique que el baloncesto, deporte en el que nos vamos a centrar, sea o deba ser un deporte de hombres y para hombres, gobernado por ellos y practicado mayoritariamente por ellos. Y cuando hacemos tal afirmación somos conscientes de la dificultad de transmitir tal certeza a una Administración Pública Regional dirigida por hombres, al menos en la parcela específica en la que nos movemos, y a unas federaciones deportivas dirigidas absolutamente por hombres. Tal vez esta realidad sirva para explicar las diferencias entre mujeres y hombres en la práctica del deporte, el desdén a todo lo que sea políticas de igualdad y el abandono del deporte femenino en nuestra Región.

Conocemos parcialmente la dirección de la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia a través de una noticia publicada por la web oficial de la FBRM, concretamente la que informa de que “el 70% de los clubes de baloncesto de la Región de Murcia asistieron a las primeras jornadas organizadas por la FBRM”. Curiosamente no podemos hablar de lenguaje sexista, no se habla de directivo para nombrar a una directiva, ni de árbitro para designar a una árbitra. Y no se utiliza tal lenguaje porque en la noticia no aparecen mujeres: los directivos son hombres, también lo son los presidentes de los clubes, el Director General de la FBRM y, por supuesto, el Director Deportivo. También son mayoritariamente hombres los entrenadores y ayudantes técnicos que van a preparar a las selecciones regionales. ¿Alguien piensa que con tal composición puede haber compromiso real con el fomento del baloncesto femenino?. Creemos que no.

Hay una ley que debería haber marcado un punto de inflexión en los organismos públicos de gestión del deporte y en los propios equipos: hablamos de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que incorpora al ordenamiento español las Directivas Europeas 2002/73/CE y 2004/113/CE. Con la transposición de ambas directivas la transversalidad de género se convierte en un principio de todas las políticas públicas y se conjuga con las acciones positivas plenamente constitucionales a tenor del artículo 9 de la Constitución Española. Si embargo, las cosas parecen seguir más o menos igual, y así lo demuestran los estatutos de la Federación Española de Baloncesto aprobados por la Asamblea General de la Federación de 30 de mayo de 2009 y los propios estatutos de la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia, de 2008: ni una sola referencia al fomento de la igualdad de mujeres y hombres, ni una sola referencia a las mujeres o al baloncesto femenino. Por supuesto, ni una sola mención a acciones positivas o a cantidades presupuestarias para fomentar la práctica del baloncesto femenino.

El baloncesto regional es un mundo de hombres, y las mujeres son invisibles, no existen, no son sujetos con derechos. Va siendo hora de romper con tal estado de cosas, debemos luchar por visibilizar el baloncesto femenino y, sobre todo, debemos unirnos para hacer oír nuestros derechos, que son los mismos que el 50% de la población murciana.