domingo, 25 de octubre de 2009

Volviendo de Águilas: igualdad y baloncesto (III)


De camino a casa, mientras cruzábamos un paisaje de suaves colinas semiáridas moteadas de paleras y esparto que ya nadie cosecha y crece libre por las laderas, pensábamos en la dificultad que entraña abrir un debate sobre la igualdad de género en el baloncesto regional y nacional. En las sierras que nos rodeaban, y que se prolongaban hasta el limitado horizonte de un cielo azul y cálido, se escondía la tortuga mora, una especie en peligro de extinción, acosada por la presión urbanística, por la roturación de las tierras y por unos extraños incendios prendidos por los extraños tentáculos de una bóveda celeste de contornos blanquecinos.
Regresábamos de las afueras de la milenaria Urci, de presenciar un disputado partido entre el Cb Águilas A y el Cb Murcia 95 que finalizó con la victoria de los jugadores de la ciudad capitalina por 71 a 48. Hubiéramos deseado pasear por el puerto de Águilas, fotografiarnos ante la locomotora de la plaza Isaac Peral o habernos acercado a la playa del Hornillo y al embarcadero construido por los ingleses a principios del siglo XX. No pudo ser, pero el largo trayecto de regreso a Murcia lleno de líneas suaves, colores y olores a ambos lados de la carretera nos hizo meditar sobre el baloncesto a tenor de la opinión de un pasajero sobre el poco seguimiento que tenía éste en nuestro país. Éramos cuatro gatos en un ecosistema dominaba completamente por la especie de los futbomaniacos. Es fútbol es algo así como la perca del Nilo introducida en el Lago Victoria que ha acabado con todas las especies autóctonas, y aunque el baloncesto es foráneo y de más tardía implantación en Europa es también víctima de la ferocidad de un deporte que no sólo cuenta con seguidores, sino también con todo el mundo empresarial de la información y/o desinformación que, dentro de la razón interna del mercado, persigue optimizar beneficios. Nos movemos dentro de la lógica de la tiranía del consumo como ya predijera Herbert Marcuse en “El hombre unidimensional”. Es en este sentido en el que hemos planteado la dificultad de hablar de igualdad de género en el baloncesto, porque nos encontramos ante un deporte minoritario practicado minoritariamente por mujeres que no consigue despegar. Y estamos en un país con una selección nacional que ha conseguido todos los títulos posibles, salvo el oro en unos juegos olímpicos. Se podría argüir que lo prioritario es aumentar el número de jugadores y de seguidores con independencia del sexo de unos y otros, para crecer y conseguir una cuota de mercado que, a su vez, actúe como coadyuvante de sucesivos crecimientos tanto cualitativos como cuantitativos. Es posible que esa sea la mayor preocupación de las federaciones regionales y nacional, y de todo el personal que trabaja en la gestión deportiva y técnica de aquéllas. Pero este es un punto de vista, posiblemente loable, que soslaya una legislación que apuesta por estrategias de igualdad en todos los ámbitos sociales y que no puede ser ignorada sin más. Tampoco es un punto de vista que entre en contradicción con la necesidad de fomentar la práctica del baloncesto por parte de las mujeres. En todo caso, debemos pensar que el crecimiento “en el mercado” es compatible con estrategias de potenciación del baloncesto de base (naturalmente) y al mismo tiempo con acciones positivas que favorezcan que las mujeres accedan a su práctica. El hecho de que el deporte de la canasta es minoritario y bastante se está haciendo para salir del nicho en el que lo tiene enclaustrado el fútbol, no exime a las federaciones competentes de actuar también sobre la doble discriminación que supone ser mujer en un deporte minoritario.
Estamos en un periodo de crisis económica profunda, y posiblemente muchas de las medidas que se podrían haber adoptado a partir del IV Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres de la Región de Murcia se van a quedar en el tintero. Concretamente en el Área de Cultura y Deporte se establece como objetivo general para el periodo 2009-2011 “incorporar el principio de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres en el deporte”, siendo los objetivos específicos los siguientes:

-Facilitar la práctica deportiva de las mujeres.
-Planificar actividades deportivas teniendo en cuenta las necesidades y demandas de las mujeres.
-Velar por el cumplimiento del principio de Igualdad de Oportunidades en la celebración de pruebas deportivas y convocatorias de premios deportivos.
-Promover la presencia y participación de las mujeres en los deportes en los que éstas estén infrarrepresentadas.
-Formar a las y los profesionales del deporte (monitoras/es, entrenadoras/es, profesoras/es...) en género e Igualdad de Oportunidades.
-Promover la presencia y participación de las mujeres en puestos de toma de decisión vinculados con la práctica deportiva.

Entre las actuaciones a desarrollar en el ámbito del deporte estarían:

-Consideración de la perspectiva de género como eje vertebrador básico de la evaluación y planificación de los recursos para las prácticas deportivas.
-Programa de fomento a la participación femenina en actividades deportivas en las que éstas estén infrarrepresentadas.
-Acciones y campañas orientadas a la eliminación de los estereotipos de género asociadas a la práctica del deporte.
-Programas de formación de profesionales del deporte en materia de Igualdad de Género.

En artículos posteriores plantearemos posibles actuaciones que podría desarrollar la Federación de Baloncesto de la Región de Murcia. En principio, consideramos importante, y ésta es una propuesta, la modificación de los Estatutos de la FBRM para incluir el compromiso federativo con la igualdad de género en el baloncesto, la inclusión de una partida presupuestaria desagregada y la cuota de participación mínima de las mujeres “en puestos de toma de decisión”. No se trata tanto de sustituir entrenadores por entrenadoras o federativos por federativas, o de hacer juicios de valor, siempre subjetivos, sobre decisiones correctas o erróneas como de conseguir que las personas que participan en este maravilloso mundo tengan ideas claras sobre estereotipos de género, igualdad y políticas activas para eliminar o minimizar el acceso desigual de las mujeres al juego de la canasta. Estamos intentando debatir aspectos más teóricos que prácticos porque tener algunas ideas claras en este aspecto supondría un paso adelante importante en la praxis. El carácter teórico de nuestros planteamientos es evidente y solo basta con sustituir la palabra baloncesto por balonmano, por ejemplo, en este artículo para captar su esencia. Por nuestra parte, decir que el interés viene condicionado por tener una niña de 10 años que juega al baloncesto y por nuestra formación en igualdad de género y políticas públicas de igualdad entre mujeres y hombres. Creemos que no tiene ningún coste económico introducir dichas modificaciones. También consideramos interesante la “formación de profesionales del deporte en materia de igualdad de género”. Así lo está haciendo la Administración Regional y los ayuntamientos con sus empleados públicos y en el ámbito de sus comptetencias. Sólo habría que ponerse en contacto con el Instituto de la Mujer de la Región de Murcia o con la Escuela de Administración Pública de la Región de Murcia para conocer programas y organización de dichos cursos. Por último sería importante aprender de las actuaciones de la Junta de Castilla y León, que organiza campañas (“en baloncesto más iguales”) y torneos, en colaboración con la Federación de Baloncesto regional, para la promoción y difusión de los valores relacionados con la igualdad de género.
¿Por qué no lo hacemos en el día del Minibasket, por ejemplo?, ¿por qué no organizar una jornada, allá por los brillantes primeros días de junio, de convivencia y de transmisión de los valores de igualdad en el baloncesto?.

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