lunes, 1 de noviembre de 2010

Largo y extraño fin de semana


Largo y extraño fin de semana. El viernes por la tarde visitamos el cementerio – para recordar a nuestros seres queridos como se lee en la esquela de nuestro futuro-. Nos detuvimos ante un panteón con ventanas góticas y alguna escultura en la techumbre a dos aguas. Más allá, por calles y callejuelas con altos cipreses en una o dos hileras, hallamos otro panteón que nos recordó al estilo internacional y todavía más lejos, otro construido en su totalidad con hormigón. La gente deshollinaba los túmulos funerarios, iba y venía con cubos de agua, se sentaba con la mirada perdida en el mármol y guardaba silencio mientras deletreaba las inscripciones de las tumbas.

Por la noche recordamos el panteón gótico viendo jugar al CB Murcia en el Palacio de Deportes. Extrañas hilaturas que nos lleva de los telares del mas allá al mal juego de los cestistas murcianos -ninguno-. Imaginamos como sería el sepulcro de nuestro equipo si no asciende a la ACB: clásico pero sencillo, rococó, funcionalista o sin estilo. ¡Qué más da!. El mal juego, el desacierto, la nula implicación de algún jugador, los murciélagos en los marcadores del Palacio, las goteras en noches de estrellas y luna callada, la escasez de público, aquella familia con una bandera de León semiescondida, nos recordó la tenue seda que separa la vida y la muerte, el pasado y el futuro, la alegría y la lánguida pena de los panteones góticos. No sabemos que será de nuestro CB Murcia. Los vientos son adversos, las nubes cruzan el cielo, los balones no entran en la canasta, el tiempo se detiene en el cero y perdemos por dos puntos.

El sábado por la mañana nos tocó partido con el AD Infante, nuesto segundo equipo de los misteriosos barrios del otro lado del río Segura. Gran partido de los jugadores que entrenan al aire libre, en pistas resbaladizas, con días grises y noches basálticas. Algunos jugadores provienen del desaparecido EBECAÁlvaro Bernal, Alejandro Alarcón- y mantienen una larga amistad con los otros Ex-EBECA que emigraron a los barrios de la margen izquierda del río y se integraron en el CB Murcia 95Álvaro Gómez, Vicente García, David Saura- y CB Murcia 96Alberto Campos-. Equipo “laico”- en el sentido de no estar asociado a ningún colegio concertado o privado-, equipo añorado, equipo recordado por muchas personas que pasamos unos años agradables viajando de un lado a otro con los hijos, botellas de agua y deseos de superación.

O tempora, o mores!.

Todo acabó merced a la falta de instalaciones deportivas en la ciudad de Murcia, al nulo compromiso de los gestores municipales con la promoción del deporte de base, al tiempo que desgarra en jirones de desesperanza todo buen proyecto, idea o deseo.

El CB Murcia 95 ganó por 86 a 62 a un aguerrido AD Infante, que mantuvo durante todo el encuentro sus armas en alto, sin amilanarse ni desinflarse físicamente. Hermoso partido.

El domingo por la tarde viajamos al Centro Deportivo La Flota: entrenamiento de la preselección cadete. Se ha hablado ya en otros foros del evento. En la calle, los jóvenes iban disfrazados para celebrar la fiesta de Halloween, un viento fresco arrastraba las nubes en una tarde que se hizo de noche en un suspiro y las luces de la ciudad nos parecían más tétricas de lo habitual. Alguien leía en algún recodo de la calle Don Juan Tenorio de Zorrilla y nosotras recordábamos los panteones góticos, la perdida del padre, el tiempo inmisericorde que nos hacía suspirar de desengaño y los sueños perdidos en los vendavales de hojarasca del rojizo poniente. Adentro, nuestros hijos jugaban y se divertían y un calor exquisito, como proveniente del Mar Caribe o de las playas blancas y lisas del Índico, nos arropaba con los susurros de un estío lejano y aposentado en algún extraño lugar de nuestro cerebro.


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