El silencio será nuestra última palabra,
hasta la llegada del viento..
Poco después del Ángelus
ha susurrado la hojarasca,
se ha detenido el reloj,
la mordaza ha caído a plomo
sobre las doce y treinta.
El viento llora la pérdida del poeta,
nos ha dejado con la boca sedienta
de versos húmedos,
nos ha dejado acaso para siempre,
con la ventisca flácida
y la piel caliente del céfiro en los suspiros
de la acacia,
en los nombres olvidados
por la muerte temprana del estío.
La mordaza ha caído a plomo
abriendo un corazón en el vientre de la viña.
Arrastrado por los blancos patios de la Judería,
el silencio es una tumba profanada,
un sepulcro de sangre,
y el agua del río baja turbia
entre azucenas y llantos del viento,
y la muerte baja por el río
con una sonrisa de agua en la frente.
2 comentarios:
Hola Lucía
Es preciosa tu entrada.
Chao guapa
¡Hola Lucia!
El silencio será mi última palabra.
Eres la Diosa bloguera, esa Diosa que nos alimentará eternamente y nos dará fuerzas para continuar con nuestro silencio.
Besos
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