sábado, 27 de junio de 2009

Se apaga junio como una vela mortecina

Se apaga junio

como una vela mortecina

en el umbral de un viento salvaje.

La noche tirita aguardando

los brillos de una mañana que nace

con dientes prietos de despecho.

Alumbra julio

entre algodones y licores amargos,

y alguien nos dice que allá por septiembre

caerán las primera palabras amarillentas

abatidas por el furor de las luciérnagas

en las noches lúgubres de un otoño apenas nacido.

¡Y me preguntarás quienes son

esos que no temen al destierro

y beben agua de las fuentes arenosas!,

¡Y me mirarás con esa sonrisa equívoca

que centellea cuando pasea el amo

su corona de amo en las gradas,

entre la muchedumbre que le vitorea como salvador

de un mundo que se desmorona!.

Para Santa Teresa el gentleman clamará al cielo

que levante nubes como rascacielos en el blanco harén

de la desidia,

y nos pasearemos de nuevo por los campos

y cementerios de la tierra que nos vio nacer,

acompañando a los nuestros

con otros dioses a los que alabar.









"Paisaje", óleo de Benjamín Palencia, pintor albaceteño de Barrax

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