viernes, 18 de mayo de 2012

De losquenoentendemosdebaloncesto a Las Horas Sitiadas

Cuando le propuse, a mitad de temporada, que dejara el equipo si no estaba a gusto me dijo que no podía, que se había comprometido con el equipo hasta el final de la temporada. Debió ser un compromiso consigo mismo más que con el entorno, aunque en este caso el primero deviene en un tipo de ética de carácter colectivo. Llevo semanas pensando que los valores morales heredados de mis padres y de mis abuelos no se perderá con mi muerte, lo que ya en si es una razón para pensar que la vida merece la pena. También he aprendido otras cosas en estos años de relación indirecta con el baloncesto. Unas buenas, otras malas. Las primeras las airearé con orgullo; las otras, las que no dejan de ser reflejos pretendidamente deportivos de las relaciones sociales más deleznables, al menos desde mi punto de vista, las callaré por respeto a mi hijo y a mi misma: Lucía Sánchez no es de este mundo y su voz solo se escucha en nubes de azúcar, tal vez en las palabras de fresa de nuestro idioma. Hay entrenadores que nunca leerán los versos de Eloy Sotelo en los crepúsculos mediterráneos, ni sentirán en el rostro la ventisca de hielo ni el resplandor de los edificios en llamas, tampoco se sumergirán en las sombras enamoradas de los bosques de Irati. Creo que lo que me ha dado el baloncesto, que se inició con losquenoentendemosdebaloncesto y ahora con Las Horas Sitiadas es de una belleza difícil de captar con los cinco sentidos. Algún entrenador se ha acercado a este mundo que nació y creció alrededor de los viajes de mi hijo a las canchas de baloncesto, y aunque el acercamiento se produjo desde la desconfianza ésta se ha disipado a lo largo del tiempo. Ahora, iniciada la segunda quincena de mayo, el futuro ya está escrito y los relatos que narraré a mis nietos, si llego a mecerlos en la cuna y a pasear con ellos debajo de los pinos, están ya fijados en la memoria sin posibilidad de finales alternativos. Al menos en lo relacionado al baloncesto. Me queda de este extraño mundo algunos buenos amigos. No es necesario nombrarlos. Ellos saben quienes son, e incluso alguno escribió maldades en los comentarios anónimos de losquenoentendemosdebaloncesto. Pero eso ya no importa, está olvidado. Lo realmente importante es que en el baloncesto también laten corazones con los que puedes acompasar tus pensamientos, tus alegrías y tus tristeza. Aunque Zaragoza esté muy lejos y que nunca regaremos campos de golf con las aguas del Ebro.

9 comentarios:

José Felipe Coello Fariña dijo...

Un fenómeno el hombre araña, espero que siga siendo igual de fenómeno. Siempre me han gustado los refranes y supongo que teniendo en cuenta aquel de...De tal palo tal astilla...debes tener parte de culpa.

Juan Martinez dijo...

Grande Lloranda, grande familia Parra, sois estupendos. Siempre recordaré los buenos ratos pasados junto a vosotros dentro de la gran familia del baloncesto. Nos veremos en los 3x3.
Un besote.

Anónimo dijo...

Hay vida más allá del C.B Murcia. No todo está en colgarse medallas del cuello y coleccionar finales y títulos como si fueran estampas (cromos para los finos). Jugar sin tener marcado más objetivo que el de divertirse cada fin de semana te puede hacer amar más este deporte. Y si no, que se lo pregunten a los fieles aficionados de Joventut o Estudiantes, románticos masoquistas que como dice Calamaro: "escogieron a la la más guapa y a la menos buena".
Ánimo Lucía. Sea cual sea la elástica que se enfunde David, seguro que volvemos a vernos.
Un saludo

Jesús García dijo...

Me ha costado ponerle cara a Lloranda. Esta historia de suspense ha tenido un final francamente feliz, y estoy de acuerdo con Juan Martínez: gran familia Parra, siempre cariñosos y respetuosos con propios y los rivales. Un fuerte abrazo.

Juan Martínez dijo...

Grande Jesús García y familia, muy grande. Todavía recuerdo aquella fantástica comida que nos preparaste a la orilla del Mar Menor por la que paseó nuestro querido Eloy Sotelo.
Quedo pendiente de eso que tienes entre tu pluma, tu cabeza y tu corazón; ya nos dirás cuando verá la luz.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Lucía.
No sé cómo ha podido el Sr. Parra poner su foto en mi comentario. Debe ser un hacker o tener acceso a mi pc o al tuyo porque no le veo otra explicación.
Conozco a la familia Parra desde hace tiempo y, aunque no me he relacionado mucho con ellos, sé que lo que dicen Juan Martínez y Jesús García es cierto.
Aunque lo que dice, en mi nombre, no es insultante para nadie, preferiría que retiraras mi, su, comentario para que no dé lugar a equivocaciones indeseables.
Lamento, Jesús García, que tu gozo caiga en un pozo pues no Lloranda no es ese señor, ni mucho menos.
Esperando que se solucione de buena manera el malentendido, me despido cordialmente de todos.
Gracias, Lucía.
Lloranda (que no Parra)

Francisco Saura dijo...

No me había fijado en la foto de Parra. No lo entiendo tampoco. Retiro tu comentario, estimada Lloranda Gay.

Anónimo dijo...

Hola, Lucía.
Lamento lo sucedido, cuando vea de nuevo a la familia Parra le comentaré lo sucedido por si acaso no lo supieran y le pediré excusas, no quiero que puedan haber malententidos.
Gracias por retirar el comentario, lo prefiero así.
Jesús García, también lamento que tus esfuerzos por ponerle cara a Lloranda no hayan sido lo útiles que debieran. Tal vez en un futuro me presente tal cual soy a ti, mientras, permíteme que abuse un poco de mi anonimato.
un fuerte abrazo a todos.
Gracias, Lucía.
Lloranda Gay.

Anónimo dijo...

¿Quién me nombra?
Llevo todo el fin de semana con zumbido en mis oídos.
Quiero decir que NO HE SIDO YO quien ha entrado con el nombre de Lloranda. Ojalá pudiera y supiera escribir como lo hace ella. No, repito, no soy responsable de lo que haya podido escribir quien lo haya hecho.
Cuando yo escribo algo, lo hago con mi nombre y mi cara (por cierto, tengo alguna foto mejor).
Gracias a todos los que habláis bien de mí y de mi familia, no merecemos tanto honor.
Siento, Lloranda lo que ha pasado y espero que no haya sido nada malo. También pido disculpas al resto de los perjudicados.
Jesús, también siento que mi cara no corresponda a Lloranda, no tengo aspecto femenino por más que lo intente, ja,ja,ja.
En una ocasión, en otro foro, pasó algo parecido. Son cosas inexplicables de la informática. Yo, bastante tengo con lo poco que sé.
Lucía, intentaré entrar más a menudo en tu blog, es otra forma de culturizarme y de ver un baloncesto más… tranquilo y sosegado y casi sin hablar de baloncesto.
Qué gracia, ahora que se ha terminado la temporada… bueno, enseguida empezarán los 3x3 y nos veremos por allí.
Lloranda, sería una buena ocasión para que te mostraras y te pudiéramos conocer y evitar así que nos puedan confundir.
Gracias a todos y pido nuevamente perdón.
Antonio G. T