Y en el cielo, la luna es una espectadora privilegiada del devenir absurdo. Con sus lentes de aumento nos contempla y nos retrata como hormigas insignificantes, entre inmensos océanos y profundas quebradas abiertas con un cuchillo de estrellas.
Lucía Sánchez
lunes, 28 de mayo de 2012
La tinta (*)
(*)- Orgullosa de pertenecer a Amnistía Internacional
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