domingo, 6 de mayo de 2012

Cobre




Cuando las nubes de neón adquieren la tonalidad cobre de ciertos amaneceres, me descubro desnuda en la piel de melocotón que me habita. Entonces, hablo, río, me equivoco, me muerdo las uñas, miro para otra parte, hablo de Mondrian, de Yeats o de la poesía macedónica contemporánea (que desconozco). La cuestión es salir a flote con el sol a rastras reflejado en las ondas y en la piel, que busco deshabitar con la rapidez que el condenado a muerte pide abandonar la vida cuando la última esperanza es una sombra espectral que se desliza por el suelo de la celda.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Conozco ese sentimiento pero, no sabría expresarlo tambíen como lo has hecho tú. Yo me refugio en la música o en la pintura.

Permíteme que te exprese esa angustia con una canción de Celtas Cortos . "La Senda del Tiempo".

http://youtu.be/5TGMsbMCiDs